La diputada nacional solicitó mediante un proyecto de resolución que el Poder Ejecutivo, mediante el Ministerio de Relaciones Exteriores, informe “urgente el motivo por el cual se autorizó la realización del acto de Hugo Chávez, que tiene como único fin cuestionar decisiones soberanas y agraviar al Presidente de los Estados Unidos”.

Para la legisladora del PRO, “más allá del concepto que pueda tenerse de George W. Bush, la presencia de Chávez conlleva un agravio a todo el pueblo norteamericano, como también a las naciones anfitrionas del primer mandatario estadounidense”.

“Pareciera que porque el gobierno venezolano ha comprado bonos en nuestro país, Chávez tiene derecho a utilizar a la Argentina como si fuera un patio de juego o un salón de fiestas, algo inadmisible para nuestra soberanía”, sostuvo Ginzburg.

En sus fundamentos Ginzburg argumenta que “el tirano Chávez, con antecedentes golpistas y procederes nazi-soviéticos, puede realizar sus caprichos donde quiera, pero no puede permitírsele que lo haga en nuestra patria, involucrándonos en sus delirios”.