La senadora Cristina Fernández de Kirchner y el director general de la Organización Internacional del Trabajo, Juan Somavía, destacaron al trabajo “como un valor de inclusión social”.

Ambos mantuvieron una reunión en Ginebra que se extendió por 40 minutos, de la que también participaron el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el canciller Jorge Taiana, y el embajador Alberto Dumont, por el lado de la senadora, y Jean Marinat, director regional de la OIT con sede en Perú, quien acompañó a Somavía.

En el marco del encuentro, el director general de la OIT confió su admiración por la “recuperación de la Argentina, desde su gobierno y su pueblo”.

Según fuentes consultadas, Somavía invitó a la senadora Fernández a firmar el “libro de oro”, el cual tiene la particularidad de ser el mismo desde la fundación de la OIT, en 1920 y cuenta con dedicatorias de Jacques Chirac y Nelson Mandela, entre otros.

Al finalizar la audiencia, Somavía propuso a la senadora y sus acompañantes a pasar a la cena organizada en honor a los integrantes del “Alto Panel del Diálogo Social y Triparismo”.

Previamente la senadora había disertado ante un centenar de empresarios, tras lo cual se hizo un hueco en la agenda para visitar la Ciudad Vieja, un lugar bien cuidado, que se encuentra a escasos kilómetros del centro de Ginebra.

La senadora argentina tuvo la posibilidad de recorrer el colegio y el auditorio del reformador religioso Juan Calvino. Allí se encuentra intacta la silla desde donde predicó por más de 30 años Calvino.

“De todas las ciudades del mundo, de todas las patrias íntimas que un hombre busca merecer durante el transcurso de sus viajes, Ginebra me parece la más propicia para la felicidad”, reza en francés un cartel en el frente de la última morada del escritor Jorge Luis Borges, una parada obligada para los argentinos.