Los obispos de Río Negro emitieron un comunicado a través del cual manifestaron su oposición al proyecto de muerte digna que avanza en la Legislatura provincial.

Los referentes de la Iglesia rionegrina indicaron que los dos proyectos relacionados a la “muerte digna” que obtuvieron media sanción la semana pasada, se refieren a “producir el adelantamiento de la muerte en pacientes terminales”, en lugar de “cuidar y acompañar sus últimos momentos de vida biológica, con total cercanía y respeto por la vida”.

Los religiosos sostienen que el tema “merece ser tratado desde la verdad científica y la objetividad ética dentro de un diálogo verdadero, inclusive con todos los sectores sociales, culturales y religiosos”.

El texto lleva las firmas de los obispos diocesanos Néstor Navarro, del Alto Valle, Fernando Maletti de Bariloche, Esteban Laxague de Viedma; y los eméritos Miguel Hesayne de Viedma y José Pedro Pozzi del Alto Valle.

Los obispos se preguntan “¨qué se entiende por muerte digna?” Y afirman que su mayor preocupación es darle al enfermo una mayor calidad de vida.

En este sentido proponen que de dicte la legislación que asegure ayuda para las familias de los pacientes terminales para no dejarlas solas con su carga humana, psicológica y económica.

Los máximos representantes de la Iglesia de Río Negro señalaron que la declaración de “voluntad anticipada” que propone la iniciativa de la legisladora radical Marta Milesi, necesita de “un gran debate social y bioético” y clarificación en materia jurídica.

La ley que posibilitaría el rechazo a tratamientos de prolongación de la vida, en los enfermos avanzados de muerte inevitable, fue aprobada en primera vuelta hace una semana y volvería a tratarse en el lapso de los próximos 30 días.

La diputada radical Marta Milesi, autora del proyecto, dijo que en las reuniones de elaboración de la iniciativa hubo reiteradas invitaciones a la jerarquía católica de Río Negro, cuyos miembros nunca enviaron representantes.