El senador Carlos Rossi presentó un proyecto de ley que propone la eliminación del mercurio de cualquier tipo de instrumento médico, odontológico o domiciliario, para ser reemplazado por otros medios alternativos inocuos.

La iniciativa además, prohíbe en todos los establecimientos de salud públicos y privados del territorio nacional, la utilización de elementos de uso médico tales como termómetros y tensiómetros que contengan este pesado metal, al tiempo que indica que, una vez que estos sean sacados de circulación, deberán ser tratados como residuos peligrosos.

Cabe destacar que el mercurio es uno de los metales más contaminantes que existen, puede encontrarse en el medio ambiente en ríos y mares, en el tejido de ciertos peces, o mariscos, y hasta en la sangre de los bebés recién nacidos. El mercurio metálico, en tanto, es un líquido plateado que permanece en ese estado a temperatura ambiente, aunque puede volatilizarse formando vapores, que se caracterizan por su alta toxicidad.

A la hora de referirse a los daños que pueden suscitarse por la inhalación de los vapores del mercurio metálico o del mercurio orgánico, el texto de la norma expresa que las consecuencias sobre la salud de las personas son a tener en cuenta, ya que repercuten sobre el sistema nervioso provocando irritabilidad, temblores, alteraciones en la vista, la audición, y daño renal.

Por otra parte el proyecto de Rossi, indica que en general en nuestra región la deposición de estos elementos hospitalarios es manejada de manera inapropiada, merced a que no se realiza una correcta limpieza de los posibles derrames, por lo que los residuos son vertidos en las alcantarillas, cloacas o con la basura común, y por consecuencia de ello, una vez que el mercurio toma contacto con el ambiente, contamina el suelo, las aguas y puede convertirse en materia orgánica y ser incorporado por los organismos vivos en sus tejidos.