Diputado argentino habló en España de la participación del Estado y la política en la cultura nacional.
De visita en la Madre Patria, el diputado kirchnerista Jorge Coscia reivindicó la necesidad de cada pueblo de liberarse de la imposición de las culturas foráneas.
Ex titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Coscia brindó una conferencia en la Casa de América de Madrid, donde defendió la cohesión entre la política y la cultura y remarcó que "un pueblo que no es capaz de garantizar su producción cultural es un pueblo absolutamente inmunodeficiente".
Según pudo saberse, en la conferencia el legislador argentino destacó la voluntad transformadora de la política cultural en nuestro país y recordó que el 80 por ciento de las producciones de las grandes potencias cinematográficas "son la punta de lanza del discurso único", a través de lo cual se deja a un lado la expresión cultural de los países menos poderosos. Es ahí donde, a su juicio, "se produce el encuentro entre política y la cultura".
Es que Coscia piensa que allí es donde el Estado tiene la oportunidad de subvencionar y apoyar la cultura propia que permita a sus ciudadanos "mirarse en su propio espejo".
Reivindicó también la necesidad de trabajar en la cultura de cada pueblo, por cuanto en muchos países de Latinoamérica, dijo, la gente enciende su radio o su televisor y lo que recibe no es su propia cultura. Puso como ejemplo la versión hollywoodense de Eva Perón, a la que sin eufemismos calificó de "una porquería".
"Cuando nos cuentan nuestra cultura nos la cuentan cambiada", remarcó el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara baja.
En ese marco volvió a reivindicar el rol del Estado y de la política para garantizar un proyecto cultural propio y destacó que "la decadencia se produce cuando el Estado se desentiende de la producción cultural".
"Todo lo que los hombres producen puede ser importado, la música, los libros el cine, pero nunca la propia identidad", dijo el diputado en Madrid, según destacó la agencia EFE. A su juicio, para un argentino es mejor mirarse en el espejo de una mala película local que mirarse en el ajeno personaje de un filme anglosajón".