Los datos provenientes del escrutinio en cada distrito reafirman la convicción de que el oficialismo tendrá un control aún superior en el Congreso de la Nación.
Quórum propio holgado, esa es la frase para definir la situación que se le presentará al oficialismo a partir del 10 de diciembre y con la que contará Cristina Fernández de Kirchner en su gobierno.
Amén de contar también con el respaldo de 19 de los 24 gobernadores, el Frente para la Victoria podrá gozar a partir de la renovación parlamentaria de una Cámara baja con un interbloque que reunirá más de 145 legisladores. Esto es, muchos más de los 129 necesarios para contar con quórum.
En la vereda de enfrente se encontrará otro interbloque, el que podrían conformar la Coalición Cívica y el Partido Socialista, que al menos para esta elección marcharon juntos. Tendrán 35 diputados en total, cinco más de los que quedarán en el radicalismo, que reducirá su número de 36 a 30.
En el Senado, en tanto, 45 de las 72 bancas serán para el Frente para la Victoria. Ocho más que los necesarios para tener quórum propio y una cifra que refleja además el incumplimiento de lo establecido en la reforma constitucional de 1994, que le otorgaba dos senadores a la mayoría y uno a la minoría. El espíritu de la norma... bien gracias.