El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, compartió ayer un almuerzo con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, durante un encuentro donde ambos analizaron la construcción de la futura autopista ribereña y la creación de una policía comunal
Según informaron fuentes oficiales, la reunión se realizó a partir de las 13:30 en la Casa Rosada y el encuentro duró dos horas y media.
La jefatura de ministros precisó que además de la policía y la autopista ribereña, ambos abordaron la situación de las obras de ampliación de los subterráneos y la necesidad de mejorar el puerto de arribo de los cruceros turísticos.
El escenario de la reunión fue el Comedor Presidencial, donde Fernández y Macri repasaron las principales obras públicas encaradas en la Ciudad de Buenos Aires.
La idea, según expresaron fuentes del gobierno nacional, es generar un ámbito de trabajo que permita a ambas administraciones avanzar en los temas empantanados sin afectarlos por las diferencias políticas.
Por lo tanto, el futuro próximo volverá a reunir a Macri y Fernández en torno a la gestión de obras donde participan tanto la Nación como la Ciudad.
A pesar de la información trasmitida desde el gobierno nacional, los voceros de Macri señalaron que del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires “no se habló”.
En torno a Macri se limitaron a afirmar que el encuentro “fue cordial” y que ambos “avanzaron en temas de la autonomía” de la Ciudad.
A pesar del hermetismo que el macrismo buscó inútilmente imprimirle al encuentro, otros colaboradores del jefe de Gobierno hicieron saber que “ahora se plantea” la creación de una policía propia y un “paulatino” traspaso de efectivos policiales a la órbita porteña.
El gobierno nacional venía retaceando con firmeza el reclamo macrista, aunque desde que Macri asumió, el 10 de diciembre, el pedido se trasladó a discreta reuniones de funcionarios de ambas administraciones.
En ese sentido, otros dirigentes macristas destacaron que el Gobierno porteño ya cuenta con la reforma de la denominada “Ley Cafiero” que habilita al jefe de gobierno del distrito a crear una policía propia.
Sin embargo, la creación de una policía porteña debería ser costeada por el propio Gobierno de la Ciudad, se advirtió, mientras que en la reunión Macri habría planteado el traspaso “paulatino” de la Policía Federal ya existente.
Dirigentes del PRO explicaron que una policía propia sólo se puede llevar a cabo para poder hacer cumplir algunas normas de la Ciudad, pero no sería para dar “seguridad” a los vecinos como podría hacerse con un traspaso de efectivos de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad.
La transferencia de recursos, como fija el artículo 75 de la Constitución, es uno de los reclamos del macrismo para hacerse cargo de la Policía propia.
Pero Fernández insistió con la resistencia de las provincias a entregar recursos a la Ciudad y, una vez planteadas las diferencias, sólo se logró acordar mantener el canal de diálogo sin alcanzar una solución específica sobre la policía.
Las primeras conversaciones entre funcionarios de los gobiernos nacional y porteño se registraron por vía de representantes del ministro de Seguridad de la Ciudad, a cargo de Guillermo Montenegro y del Ministerio de Justicia, que dirige Aníbal Fernández.
El traspaso policial a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es a su vez asiento del gobierno federal, fue el principal reclamo del macrismo, desde la campaña electoral.
