Algunos todavía recuerdan la imagen del entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra compartiendo estrado con el por esos días gobernador santacruceño Néstor Kirchner y quien era titular del ARI, Elisa Carrió, reclamando desde la Casa de Santa Cruz una suerte de “que se vayan todos”, para elegir todos los cargos del país en una misma elección. Corría 2002 y el reclamo de la sociedad seguía tan vigente como fuerte el desprestigio de los políticos.

Hoy Ibarra, que supo contar con el apoyo de Elisa Carrió para ser electo jefe de Gobierno, le pega sin miramientos. El legislador porteño dijo que la líder de la Coalición Cívica quiere “el fracaso” de la Presidenta.

Señaló que “después del discurso conciliador de la presidenta Cristina Fernández, están dadas todas las condiciones para negociar, lo que públicamente aceptaron algunos sectores del campo”, y agregó que “Carrió está convocando a que las entidades del campo no se sienten en la mesa de diálogo con el Gobierno”, cosa que estimó como “una actitud destructiva, en lugar de buscar la solución del conflicto”.

“Su antiperonismo y antigobierno la hacen dejar de lado lo que es bueno para el país”, descerrajó Ibarra.