En una jugada política, la conducción del bloque mayoritario decidió cambiar el corazón del proyecto de reestatización de Aerolíneas Argentinas, con el objetivo de mantener la unidad de sus miembros y frenar el posible éxodo de legisladores K.
El rechazo de las retenciones móviles al agro sigue vigente en el Parlamento y retumba en el seno del bloque kirchnerista, que muestra su parte más dócil al abrir y modificar el corazón del proyecto del Ejecutivo para el “rescate” de Aerolíneas Argentinas.
Tras la resistencia dentro del bloque del Frente para la Victoria en Diputados, el líder K, Agustín Rossi, habló con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y cambió varios artículos del proyecto.
El principal cambio reside en la eliminación del artículo 2, que ratificaba el Acta Acuerdo firmado entre el secretario de Transporte, Ricardo Jaime y el grupo español Marsans, la empresa accionista de Aerolíneas.
Sin dudas, es un claro hecho que no habrá caído bien a Jaime ni a su jefe político, el ministro de Planificación Julio De Vido.
Otros cambios en el proyecto de ley apuntan a que quede claro que no se podrá re-privatizar; ni se podrá comprar acciones sin el aval del Congreso.
Para la seguridad de los trabajadores aeronáuticos y los usuarios, el Gobierno nacional también modificó los artículos referidos a las partidas presupuestarias para asegurar la prestación del servicio aereo público hasta el 31 de diciembre.
