El diputado Miguel Giubergia criticó con dureza a la pesidenta Cristina Fernández de Kirchner, que –señaló- “una vez más echa mano a la plata de los jubilados para financiar la campaña electoral y cubrir el bache fiscal”.

“Le sugiero a la doctora Fernández de Kirchner que para aumentar la caja estatice los casinos nacionales y las salas de juego y, además, las empresas de hidrocarburos”, dijo.

“La medida, desprovista de timming dado el actual escenario financiero internacional, surge sólo porque el Gobierno necesita dinero para pagar deuda pública ya que con la reforma, además de tomar el ahorro ya capitalizado en las cuentas, el Estado recaudaría en forma anual un monto total de $20.000”, agregó el legislador radical a través de un comunicado.

Asimismo, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja sugirió que, en caso de que el Gobierno avance con el proyecto anunciado, se deberá considerar cuales serían los derechos que poseen los aportantes al sistema privado porque de otra forma podría existir una catarata de juicios al Estado.

También recomendó tener en cuenta la situación de los fondos que el Estado nacional detrae en forma mensual de la masa coparticipable, 15% del total alrededor de $16.900 millones para 2008 y $21.000 millones en la proyección del 2009, dado que ya no estaría vigente la razón por la cual fue introducido el cambio (financiar el cambio de sistema).

Giubergia también hizo hincapié en la situación laboral de los empleados en el sistema de jubilación privada -sueldos promedio alto y antigüedad-, como así también la administración, manejo y control del fondo actualmente bajo las AFJPs.

Cuáles serían los costos futuros que se tienen en cuenta al tomar la medida dado que los costos del cambio de régimen ya fueron realizados y ahora se estarían incorporando mayores gastos futuros –pagos de jubilaciones de las personas en el régimen privado, alrededor de 9 millones con un nivel de aporte efectivo bajo, alrededor de 3,5 millones-, recomendó tener también en cuenta.

“El modelo de AFJP tuvo un mal diseño que hacía que las mismas no fueran actores con decisión propia con posibilidad de viabilizar el ahorro local hacia la actividad productiva, sino que estuvieran bajo en estrecha relación con las entidades financieras –destacó el diputado radical jujeño-. Entre las deficiencias del sistema podemos encontrar que los diversos costos de seguros, administración, comisiones, etc. se hallaban por encima de otros sistemas regionales, los empleados indecisos pasaban en forma directa al régimen privado y fundamentalmente las conductas cortoplacistas y sólo financieras de las AFJPs sin una visión intertemporal (administrar el ahorro presente para financiar jubilaciones futuras), desprovistas de un nexo con la economía real, que debiera haber caracterizado su accionar. Finalmente, en un alto grado las AFJP intermediaban fondos y resultaban financiando al Estado Nacional mediante la demanda de títulos públicos”.

En la presente circunstancia, los bajos rendimientos que hoy presentan las AFJPs, razón esgrimida por el Gobierno para realizar el cambio, están relacionados con la performance de cualquier activo financiero como por ejemplo la de los títulos públicos, señala el diputado. “Hay que señalar que en los últimos tiempos los fondos de las AFJP constituían uno de los pocos que demandaban, además de títulos públicos, títulos de empresas y fondeaban a diversos tipos de fideicomisos”, explicó Giubergia, que también recordó que actualmente el sistema de AFJP tiene un stock de activos de alrededor de $ 97.000 millones y emplea de forma directa mas de 10.000 personas.

“Por la reforma de los noventa –continuó-, votada por la mayoría del partido justicialista con la oposición militante de la UCR, se instituyó un sistema privado de jubilaciones. Para hacer frente al déficit que implicaba el costo del paso del sistema anterior al de jubilaciones privadas (porque los aportes de los empleados pasaban a ser administrados por las AFJP y el sector público se volvía deficitario), se hizo un acuerdo con las provincias por el cual el 15% de la masa coparticipable se direccionaba al Estado Nacional. Igualmente, parte importante de la crisis fiscal de fines de los noventa se debió al agujero fiscal del cambio de sistema. Esta Argentina ya “había pagado el costo” del cambio de sistema por lo cual hacia el futuro no tendría que hacerse cargo de las jubilaciones de aquellos que habían optado por el sistema privado. Esta es una diferencia con los países desarrollados que entre sus problemas a futuro está el financiamiento de sus jubilados dado los sistemas de beneficios que poseen”.