La pata peronista del PRO está virtualmente fracturada. El fantasma de Eduardo Duhalde condiciona el posicionamiento interno. Mauricio Macri juega el rol de espectador.
El peronismo macrista solía hacer gala de saber compatibilizar el idealismo con el pragmatismo o, si se quiere, conjugar la “ética de las convicciones” con la “ética de las responsabilidades”.
Los mismos protagonistas recomendaban, hasta hace pocos días, tener presente que los grandes partidos modernos admiten dentro de su seno corrientes diversas, haciendo suyo el lema de la “unidad en la diversidad”.
Acusaban a los no peronistas y antiperonistas de interpretar que la flexibilidad del peronismo y su capacidad de adaptación a los tiempos, como simple pragmatismo. A ello respondían que, con semejantes desaciertos de percepción y concepción del justicialismo, los opositores se quedaban en lo superficial y les pasaba la historia frente a sus narices. Sin duda, este concepto también suele estar dirigido hacia sus compañeros de ruta dentro del PRO, con los que mantienen profundas divergencias aunque se preocupan en que ello pase desapercibido. Esto es más palpable en el ámbito legislativo, en el que es un secreto a voces las desavenencias internas en el oficialismo.
Desencuentro
En el seno del peronismo macrista estalló la crisis política interna y Eduardo Duhalde es uno de los responsables del desencuentro. Es que el ex presidente, al lanzar el Movimiento Productivo Argentino en la Ciudad, había invitado -reunión mediante- a todos los legisladores justicialistas que participan del bloque macrista- Sin embargo, a poco de haberse anunciado la reunión en un hotel céntrico, desertaron los diputados Diego Santilli, Alvaro González y Silvia Majdalani. Las ausencias estuvieron fundadas, según se dijo, por sugerencia del propio jefe de Gobierno.
Sí concurrieron en cambio Cristian Ritondo, Daniel Amoroso y Mónica Lubertino, sin que por ello se haya dañado la relación que mantienen con Mauricio Macri.
El segundo hecho que comenzó a marcar las disidencias fueron las pintadas en las paredes de casi todos los barrios con la leyenda: “Ritondo-Amoroso, juntos para legislar”. Según Amoroso, la campaña obedeció al programa que impulsaban con Ritondo denominado “Juntos para legislar” y que tiende a incentivar la participación de los vecinos en la elaboración de leyes para la Ciudad.
Los episodios descriptos parecieran obedecer en forma literal y también en los hechos al título del ensayo del escritor, Pacho O´Donnell, “Las máscaras del peronismo en estado puro”, en el que se afirma que el peronismo siempre ha tenido una insólita capacidad de “estirarse y de contraerse, de enfriarse y de calentarse, de tiernizarse y de endurecerse para albergar y expresar los avatares y las contradicciones del ámbito en el que se desarrolla”. Sin duda una descripción acertada de los tiempos por los que transcurre el peronismo macrista.
Sin embargo, el último acto que terminó por blanquear la división interna del PJ en el PRO fue justamente un día de unidad peronista, el Día de la Lealtad. En la histórica fecha estuvieron en el microestadio de Ferro, junto al diputado nacional, Francisco De Narváez, Ritondo y Amoroso, mientras que Santilli, González, Majdalani y Lubertino, desertaron.
Para comprender la profundidad de la crisis interna basta con el siguiente ejemplo: un medio de comunicación difundió, quizá sin malas intenciones, que el vicepresidente primero de la Legislatura, Diego Santilli, había participado del acto celebrado por el duhaldismo. No hubo teléfono de agencias, diarios, radios y TV al que no mandó llamar el Colorado para dejar aclarado su “no” concurrencia.
Sin duda alguna, la reticencia de Macri en mostrarse junto a Dulhalde y la rivalidad entre De Narváez y el líder del PRO bonaerense, Jorge Macri, desencadenaron la interna del peronismo macrista que amenaza la estabilidad de toda la alianza. Al respecto, Ritondo y Amoroso no se cansan de reiterar que ellos están con Macri pero que quieren un armado con Duhalde y De Narváez; “no quieren saber nada con Jorge Macri”, señalaron a Parlamentario voceros del sector.
El desencuentro entre Santilli, Ritondo y Amoroso son cada vez mayor. El vicepresidente primero de la Legislatura no podrá renovar su banca en 2009 y su idea sería acceder a un cargo en el Ejecutivo- Por ese motivo trataría de “no molestar a Macri” y “no entrometerse en la interna”, dejaron trascender fuentes legislativas. En tanto Ritondo y Amoroso trabajan abiertamente por la alianza de Duhalde y De Narváez y de paso minarle el camino a Jorge Macri.
Frente a esta disputa interna del PJ, Macri hasta ahora se mantiene al margen de la batalla, como en tantas otras internas de su propio espacio. Es un fiel adherente al proverbio inglés “laizzer faire”, que es aquel donde el líder deja hacer, deja pasar. . .
Lo que dijo Ritondo
Para conocer más en detalle las diferencias que dividen al bloque justicialista PRO, Parlamentario entrevistó a Cristian Ritondo quien, sin titubeos, aseguró que “hoy es la etapa de la inclusión; el General Perón hablaba de que había dos etapas en los procesos políticos, el cuantitativo y el cualitativo; el cuantitativo, a la hora de elección es el de la acumulación y el cualitativo a la hora de gobernar, el tiempo de los mejores. En este momento estamos en la etapa cuantitativa, me parece entonces que es la hora de la inclusión y no de la exclusión. Por ello, particularmente, me pareció muy sano que Francisco De Narváez, quien mas posibilidades tiene de ganar en la provincia de Buenos Aires y con el cual venimos de una alianza y al cual nosotros propusimos desde el PRO como candidato a gobernador en las últimas elecciones, continúe con ese frente, porque nosotros nos sentimos identificados porque es un peronista que estaba dentro del PRO y fue lo que originó Unión-PRO”.
“Un PRO amplio, que incorpore nuevas figuras, que incorpore nuevos sectores sociales y políticos, sin duda es la etapa presente”, afirmó, enfático Ritondo.
Blanco sobre negro
Parlamentario también tuvo oportunidad de conversar con el legislador Daniel Amoroso y conocer su versión sobre los últimos desencuentros que mantuvieron los integrantes peronistas de la bancada PRO. Al respecto se refirió a dos hechos puntuales que erosionaron la relación entre los partícipes del espacio peronista legislativo.
“Es cierto, surgieron diferencias, cuando el ex presidente Eduardo Duhalde nos invitó a conversar, a la que accedimos Ritondo, Lubertino y yo; en cambio otros integrantes del espacio justicialista PRO que estaban invitados a esa charla decidieron no participar”, afirmó Amoroso, para agregar a continuación “cada uno de nosotros ya es grande y responsable de sus actos”.
“El ex presidente convocó a todos los peronistas de la Ciudad a una charla, y como yo me siento peronista y soy de la Ciudad, acepté la invitación”, acotó como para no dejar dudas de su alineamiento.
Amoroso no sólo dejó aclarado aquel incidente, también expresó que “para ser claro, el acto del 17 de Octubre fue una invitación de compañeros peronistas por el Día de la Lealtad, ante lo cual Ritondo y yo tomamos la decisión de participar”.
“Los peronistas que convergemos en el espacio legislativo PRO podemos tener coincidencias en participar en algunos ámbitos y disidencias en otros, nosotros entendimos que había que ir a la invitación de Duhalde y al acto por el Día de la Lealtad, y evidentemente otros diputados entendieron que no y lo festejaron en otro lugar”.
También dejó aclarado que “el diputado Santilli no fue al acto del Día de la Lealtad, aunque fue invitado por el propio organizador, el diputado De Narváez, como lo hizo con todos los peronistas que participan de Propuesta Republicana en la Legislatura”.
