La Legislatura porteña debate el proyecto, luego de intensas negociaciones entre el oficialismo y parte de la oposición para conseguir los votos necesarios -modificaciones mediante- para sacar la ley. El macrismo obtuvo el apoyo de la Coalición Cívica y Diálogo por Buenos Aires.
Con más de siete horas de retraso con relación a la hora pautada en principio, se inició la sesión especial de la Legislatura porteña para tratar el Presupuesto 2009, que se extendió hasta pasadas las 3 de la madrugada. El resultado final fue favorable a la aprobación del Presupuesto: hubo 34 votos a favor y 11 en contra.
La sesión fue maratónica y permitió la aprobación de un paquete de leyes que incluyó el Presupuesto, Tarifaria y Fiscal para la Ciudad, alcanzado tras el acuerdo alcanzado entre los bloques del PRO y la Coalición Cívica, la fuerza que conduce Elisa Carrió.
Durante todas las horas previas a la sesión se realizaron intensas negociaciones encabezadas por el oficialismo macrista a fin de lograr a través de determinados partidos de la oposición los votos necesarios para que la Ciudad tenga su ley.
Así fue que pasadas las 18.30 y con la presencia de 33 legisladores, se inició la trascendental sesión que se extendería casi nueve horas.
La norma fue sancionada pasadas las 3 de la madrugada con los votos macristas, a los que se sumó la Coalición Cívica y, en forma parcial, la bancada ibarrista de Diálogo por Buenos Aires y el Frente para la Victoria.
El Socialismo, la Nueva Izquierda e Igualdad Social mantuvieron su rechazo de plano al plan de gastos y recursos público.
El macrismo logró finalmente en las primeras horas de la tarde un acuerdo con los diputados de la Coalición Cívica, en la que se acordaron modificaciones al proyecto original en el sentido demandado por las huestes de Elisa Carrió. Esto es, en el sentido de no aplicar impuestos sobre el consumo.
Desde otro sector de la oposición, el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra había anticipado que su bloque no obstaculizaría la aprobación de la ley, retiro de impuestos al consumo y la producción mediante.
El legislador porteño puso dos condiciones para aprobar la norma: “Queremos que saquen esos aumentos tributarios y que se incorporen un impuesto a la venta de jugadores de primera división y un impuesto al juego del 8%”. Empero, aclaró que “no tenemos una actitud de obstaculizar el Presupuesto”.
El acuerdo alcanzado con la CC y el ibarrismo permitió al PRO arrancar la sesión con expectativas favorables, amén de las concesiones que debió realizar.
En ese marco, se accedió a establecer -a pedido de la CC- un impuesto del 8 por ciento al juego y la extensión del gravamen a los sellos de la venta de jugadores de fútbol.
En este toma y daca, el macrismo accedió a dejar sin efecto el impuesto sobre las tarjetas de crédito. También se eliminó el impuesto a los sellos para las ventas de hipermercados, y el tributo para las transacciones entre privados.
El Presupuesto 2009 incluye un total de 16 mil millones de pesos, con un 3 por ciento de crecimiento.
Con estas concesiones, se espera que el 8% aplicado sobre el juego permita una recaudación de 1.600 millones de pesos, como así también se esperan 9.700 por el Impuesto a Ingresos Brutos.
Con los votos de la Coalición Cívica, el oficialismo lograba 31 votos para la aprobación del proyecto, a los que se agregaron los de Diálogo por Buenos Aires, que reclamaban la aplicación del impuesto al juego.
De la otra vereda quedaron los integrantes de las bancadas del Frente para la Victoria, Buenos Aires para todos, Nueva Izquierda, y Partido Socialista, que igual rechazaban el proyecto al considerar que no se adapta al escenario de crisis económica mundial.
El kirchnerismo terminó apoyando las leyes Tarifaria y Fiscal, pero optó por abstenerse en la norma del Presupuesto al considerar que “está hecho de manera incorrecta”. Su titular, Diego Kravetz, dijo que “el Presupuesto es la herramienta fundamental de cada Gobierno, pero creemos que este instrumento está equivocado”.
Encargado de presentar el proyecto fue el titular de la Comisión de Presupuesto, el macrista Alvaro González, quien reivindicó al proyecto como “un claro principio de equidad”.
González expresó que “el panorama negativo de las finanzas internacionales nos alienta a presentar un presupuesto prudente, responsable y respetuoso de la situación que nos toca vivir”.
La legisladora Patricia Walsh, de Nueva Izquierda, dijo que “desde toda la oposición habíamos exigido una reformulación global del Presupuesto, no sólo para evitar impuestazos recesivos sino para fortalecer las partidas sociales ante la crisis”.
A su vez, la socialista Verónica Gómez consideró la ley de leyes que terminó impulsando el oficialismo “a contramano de todas las medidas que se promueven en el contexto de la crisis internacional para preservar las fuentes de trabajo y fomentar el consumo”.
El albertista Gonzalo Ruanova, de Diálogo por Buenos Aires, no acompañó el Presupuesto pero sí la ley Tarifaria y la Fiscal. Dijo que “el presupuesto presentado por Macri mantiene la misma matriz de gobierno de este año, en el que se repite el esquema de ganadores y perdedores, y que ni siquiera es capaz de ejecutar la imprescindible obra pública que requiere la ciudad con urgencia”.
