Varias veces sonó el nombre de Santiago Montoya como eventual candidato en diversos distritos. Bah, en dos, pero grandes: Buenos Aires y Córdoba. Uno por lugar de residencia y el otro por ser donde nació. Siempre el titular del ente de recaudación de la Provincia dijo que no, que ser diputado o senador no le interesaba, que lo suyo era la función ejecutiva.

A lo sumo, se tiraba para presidente de Belgrano de Córdoba, deslizó.

Lo cierto es que ahora fue incluido en la lista de candidatos “testimoniales” de la provincia de Buenos Aires, en este caso para encabezar la nómina de concejales, para el distrito de San Isidro, donde el peronismo nunca ha podido hacer pie y lo máximo que logró fue cooptar al intendente Gustavo Posse -el del muro infernal– para la Concertación Plural, aunque ya se alejó de la misma.

Luego de que las informaciones lo dieran como seguro candidato, el mediático recaudador salió a aclarar que no aceptará la propuesta acercada por el gobernador Scioli y no será candidato.

Aclaró que eso no implica no estar comprometido con el proyecto del gobernador Scioli, pero a través de un comunicado no sólo descartó su eventual postulación, sino que formuló duras críticas hacia el oficialismo.

Pruebas al tanto, le endilgó haber “perdido parte de la capacidad de escuchar a la sociedad, a los líderes opositores, a los distintos sectores sociales y productivos del país”.

“Con 32 meses de gobierno por delante y una reconocida vocación justicialista de conducir la Argentina, estoy convencido que Daniel Scioli es el líder que, desde este espacio político, tiene la mayor capacidad de escuchar y articular intereses políticos y sectoriales con vistas a encontrar el mejor destino para la Patria en estos tiempos tan difíciles”, señaló Montoya.

En cuanto a su candidatura, la descartó porque no cree “poder hacer aportes sustanciales para los vecinos”.