El jefe de la CGT admitió que no es tiempo para aplicar un nuevo gravamen, contradiciendo el proyecto que le habían dejado el lunes pasado a la Presidenta para su estudio.
Poco vuelo tuvo el proyecto impulsado por el diputado Héctor Recalde para gravar con un impuesto a las empresas que el año pasado tuvieron ganancias superiores al 20 por ciento. La iniciativa había sido presentada al Gobierno durante la reunión que mantuvieron representantes cegetistas con la Presidenta el lunes pasado, pero fue abortada por el propio jefe de la CGT.
Es que Hugo Moyano salió a bajar los decibeles en la materia, probablemente ante la mala repercusión que habría tenido el tema en ámbitos oficiales. El líder camionero aclaró que ante la crisis financiera que vive Argentina y el mundo “no es el momento adecuado” para crear impuestos.
De todos modos, se mostró ampliamente de acuerdo con el proyecto de gravar las rentas extraordinarias de las corporaciones que cotizan en la Bolsa de Comercio, pero admitió que por la crisis mundial no es el momento para impulsarlo.
La iniciativa prevé también la creación de un Consejo Asesor Tripartito en el área del Ministerio de Trabajo como organismo de contralor y los recursos serían destinados a financiar un seguro de desempleo.
Consultado al respecto, Moyano dijo que “cuando la empresa tiene una súper ganancia es bueno y lógico que se haga un aporte”, aunque admitió que este no es el momento de hacerlo.
