Oficialismo versus Oposición. En época de campaña, las diferencias se acentúan y las decisiones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, provocaron un nuevo enfrentamiento en el Parlamento.
Ante el debate sobre la inclusión de Venezuela en el Mercosur luego de las polémicas estatizaciones que afectan a empresas con fondos argentinos, más precisamente al grupo Techint, varios representantes de las cámaras empresariales e industriales pidieron que el Gobierno nacional tome medidas contra las decisiones de Hugo Chávez.
Ante este pedido realizado en la Comisión del Mercosur de la Cámara baja, se acoplaron diputados y senadores de la oposición exigiendo al Ejecutivo suspender la ley que autoriza la inclusión de Venezuela a la integración regional.
En este sentido, el diputado de la Coalición Cívica Fernando Iglesias pidió que no participe Venezuela del Mercosur y criticó al modelo kirchnerista al señalar que “no existe política más neoliberal que la de subsidiar empresas ineficientes en desmedro de los recursos que debieran ser dedicados a financiar la educación, la salud y la justicia, como sucedió en la Argentina de los últimos años”.
Asimismo, el diputado radical Luciano Fabris sostuvo que “la decisión de nacionalizar la empresa argentina Techint por parte del gobierno venezolano demuestra que la aparente buena relación entre el matrimonio Kirchner y Hugo Chávez, no le trae ningún beneficio a nuestro país, sino todo lo contrario perjudica a nuestros inversionistas en el exterior”.
En un tono más calmo, el jefe de PRO, Federico Pinedo, afirmó que “no hay que castigar al pueblo venezolano por las irresponsabilidades de su gobierno, y apoyaremos el ingreso de Venezuela al bloque cuando este país adhiera realmente a los principios de integración igualitaria, democracia y respeto de todos los derechos humanos, incluidos los de expresión, libertad de prensa y posibilidad de representación popular plural”.
También el diputado peronista disidente Enrique Thomas pidió que el Gobierno impida la incorporación de Venezuela porque consideró que “sus políticas atentan contra la integración regional”.
En cambio, desde el oficialismo opinan todo lo contrario y esto vuelve a dividir las opiniones en el Congreso. El diputado kirchnerista Ruperto Godoy consideró que Venezuela “es un actor regional muy importante, de hecho es la tercera economía en Sudamérica”. Además, “la decisión de fomentar políticas de integración entre los países de la región obedece a una visión estratégica de los Estados, que debe trascender a los gobiernos de turno y a la coyuntura inmediata de cada país”, expresó el diputado sanjuanino.
“Es vital fortalecer el Mercosur frente a la crisis financiera y económica internacional, y no caben dudas de que éste se vería fortalecido con el ingreso de Venezuela”, concluyó el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.
Al igual que el oficialismo, el diputado socialista aliado Ariel Basteiro señaló que “muchos de los diputados que están impulsando la revisión del ingreso de Venezuela al Mercosur son los mismos que estuvieron de acuerdo el año pasado en que ello se lleve a cabo. Lo único que pretenden ahora es sacar rédito electoral y cooptar así los votos de los sectores empresarios”. También aseguró que “lo que uno percibe es que los empresarios quieren elevar el precio que deberá pagar el gobierno de Chávez para indemnizar al grupo Techint”.
Con respecto a la postura del kirchnerismo, se sumó el bloque opositor del SI, ya que su jefe de bancada, Eduardo Macaluse, afirmó que “la unidad de un bloque regional económico de los países de Latinoamérica es una definición estratégica que no puede estar sujeta a una campaña electoral ni al destino de una empresa”.
Esto mismo que destaca Macaluse es justamente la razón por la cual la relación bilateral con Venezuela y su futura integración al Mercosur provoca un debate que nunca llegará al recinto y sólo se parece al conflicto con el campo y la 125, en que una vez más las opiniones están divididas y no hay puntos en común entre oposición y oficialismo.
