Adriana Nievas, integrante del staff de Parlamentario desde su creación, nos dejó para siempre este jueves. Su recuerdo perdurará por siempre en la memoria de quienes alguna vez la conocieron y supieron no sólo de su capacidad, sino de su compañerismo, amistad y don de gente.
Son esas noticias que uno jamás quisiera dar. Esas cosas que son mucho más que información, porque incluyen y afectan los sentimientos. Hechos que parecen siempre lejanos hasta que de repente tocan bien cerca.
Y en forma sorpresiva, como en este caso, cuando nada, pero nada nada, lo podía hacer prever.
Nuestra compañera Adriana Nievas, Adri, como todos la conocían, falleció este jueves, como consecuencia de una neumonía que se complicó trágicamente. ¿O acaso se trató de una nueva víctima de la gripe A, que por estos días desvela a todos los infectólogos y ha desbordado los centros de salud? No se sabe, tal vez. Los estudios lo dirán. Lo cierto es que no lo habían diagnosticado los médicos que, precisamente por esa situación que los ha desbordado, tal vez no están brindando la atención que corresponde a quienes van a hacerse atender a los centros de salud.
Lo cierto es que Adriana ya no está con nosotros, y en la redacción de Parlamentario quedará un vacío que será muy difícil llenar. El que corresponde a alguien que sin duda jamás olvidaremos.
Quiso el destino que esto ocurriera justamente en vísperas del vigésimo aniversario de Semanario Parlamentario. Un momento de celebración, empañado por el dolor. Desde aquí, desde la misma computadora que ella usaba, va nuestro homenaje.
