“El jefe de Gobierno Mauricio Macri está reciclando a médicos con oscuro pasado en el área de salud mental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

Así lo indicó la diputada justicialista Alicia Bello, quién alertó sobre los polémicos cambios que traerá la llegada de Gregorio Alcaín a la Dirección General Adjunta de Salud Mental.

Bello denunció que con las remociones de los directores del Hospital Moyano, Jorge Caferatta, y del Rubén Slipak, hasta ahora a cargo del Centro de Salud Ameghino, el Gobierno de la Ciudad termina de ratificar su intención de desarticular el sector de la Salud Mental a raíz de los distintos proyectos inmobiliarios en los lugares donde hoy por hoy funcionan estos hospitales.

Por otro lado, la legisladora justicialista remarcó que lo único que hace el macrismo desde que está en el ejecutivo es no solo desatender la preocupante situación del área, sino también ahora, remover a funcionarios que (en referencia a Caferatta y Slipak) con una trayectoria destacable y sin puntos oscuros en sus cargos.

Bello también advirtió que para su cometido, Macri y su ministro Jorge Lemus, aduciendo políticas de reestructuración designarían a personas relacionadas con un oscuro pasado en el Hospital Moyano.

Por un lado ya esta dirigiendo la Dirección de Salud Mental, desde días atrás, el polémico médico, Gregorio Alcaín, quien llegó a la planta del Moyano en el año 2005 “sin aprobar el debido concurso”, y designado por ese entonces por el cuestionado director Néstor Marchant, desafectado en el mismo año, por una causa que luego detallaremos.

Por otro lado sería inminente la designación del doctor Alberto Monchablón al frente del Hospital Moyano, quien se desempeñó también en el Hospital Moyano, y quien también fue imputado en causa contra Néstor Marchant (de quien era mano derecha).

Recordemos que esa adminitración (que manejó el hospital por 22 años) terminó luego de una intervención, ante las evidencias de que en el lugar se realizaban investigaciones para laboratorios privados, en pacientes internados en el mismísimo Hospital Moyano, a los que les hacían firmar sus propios consentimientos, para luego dejarlos sin tratamiento un vez finalizado el “estudio”. En la misma denuncia se asienta que Monchablón cobró durante años distintas sumas de dinero para hacer dichas investigaciones.

Alicia Bello recalcó dos datos que consideró “contundentes” en su rechazo a la posible designación de este médico: una es que fue un fiel colaborador de Néstor Marchant (recordemos que la causa contra este estuvo en el juzgado del Juez Ariel Lijo) imputado por las mencionadas prácticas de medicina experimental y segundo, que realizó su residencia en cirugía y no en psiquiatría en el Hospital Militar Central, durante el proceso militar.

Por último, la diputada Alicia Bello, expresó que claramente el Gobierno de la Ciudad conduce al sector de la salud mental hacia el abismo, sin diálogo, dictatorialmente, desplazando a gente idónea y designando a personajes funcionales a su proyecto de total desmantelamiento del área.