La situación fiscal de las provincias es sumamente complicada y empieza a poner contra las cuerdas el balance de las cuentas a nivel del Estado nacional. Con una importante caída de la actividad económica, con una menor recaudación impositiva y con un aumento considerable del gasto provincial, muchas administraciones del interior del país están en déficit y con graves dificultades para pagar no sólo los compromisos con los proveedores, sino directamente los salarios de sus respectivas administraciones.

Tal es la situación que el consultor y ex secretario de Hacienda, Ricardo Gutiérrez, advirtió que el déficit global de las provincias en este año oscilará entre 7.000 a 8.000 millones de pesos.

“La situación fiscal de las provincias es realmente gravísima y va a impactar muy fuerte en las cuentas nacionales. Creo que la única alternativa viable es llegar a algún tipo de convenio con los organismos multilaterales de crédito”, apuntó Gutiérrez.

No obstante, en el Gobierno nacional se empieza a observar una creciente preocupación por este panorama y de allí es que, según fuentes de la Casa Rosada, se está analizando algunas medidas puntuales para atacar este frente de tormenta, las cuales se basan en la ayuda de recursos en forma directa por parte del Estado hacia el interior del país, que sería cubierto con mayor emisión monetaria.

Las fuentes aseguraron que el monto de asistencia global aún no está resuelto, pero que se buscaría una cifra que allane el camino, por lo menos, hasta fin de año. “La idea es reasignar determinadas partidas que figuran en el Presupuesto nacional y esto se cubrirá parte con emisión y algo con nueva deuda que pueda tomar el Estado antes de fin de año”, reveló un importante funcionario de Casa de Gobierno.

En principio, el esquema de resoluciones se basa en los siguientes aspectos.

En primer término, darle finalmente el visto bueno a las provincias para flexibilizar momentáneamente el grado de cumplimiento con la ley de Responsabilidad Fiscal.

A su vez, permitir con ciertos controles que las provincias salgan a emitir deuda. “Todo esto es para evitar algunas ideas alocadas que están volviendo a surgir como el hecho de emitir cuasimonedas”, resaltó la misma fuente.

Tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Economía admiten que la situación más complicada se da justamente en las provincias más importantes del país, como son Buenos Aires y Córdoba.

Sobre este tema, el ministro de Economía, Amado Boudou, formuló hace pocos días fuertes críticas contra los gobernadores que no llevan las cuentas en orden y remarcó que el Gobierno está analizando “el cuadro completo” de la situación financiera de todas las provincias.

Por otro lado, una fuente de su propio equipo resaltó que “las provincias van a tener que empezar a moderar la evolución de su propio gasto”, y aclaró que no hay mayor margen para asistir al interior del país tal como ocurrió en años anteriores.

Ese funcionario explicó que “los recursos del Estado nacional se han ido achicando, por lo cual, los gobernadores deben entender que tendrán que buscar un mayor equilibrio en las propias cuentas”, resaltó.