Si bien mantienen la postura referida al reparto de comisiones, los peronistas anti K irán al recinto con su decisión de pelear la presidencia provisional del Senado, contrariamente a la postura del radicalismo, a quienes responsabilizan por no cumplir el acuerdo.
Para el peronismo disidente, el radicalismo rompió el acuerdo político establecido entre los bloques de la oposición, donde se habría decidido que también iban a reclamar la presidencia provisional del Senado.
Ante esta situación, este nucleamiento irá a la sesión preparatoria con su propia postura, llevando como candidato a la presidencia provisional del Senado al salteño Juan Carlos Romero.
Sectores de este espacio anticiparon que van a respetar el acuerdo alcanzado en lo referente a las comisiones, en tanto responsabilizaron a la Unión Cívica Radical por “no respetar lo conversado hace algunas semanas en cuanto a las autoridades de la Cámara alta”.
Según señalaron a Parlamentario.com, el radicalismo deberá hacerse cargo de “darle las llaves del Senado al kirchnerismo a partir del 1° de agosto”, fecha en la que estiman que el vicepresidente Julio Cobos dejaría el cargo de vicepresidente de la Nación para abocarse a la campaña presidencial.
El peronismo disidente cuenta con el apoyo del sector que encabeza Carlos Verna en el pedido de la presidencia provisional.
Esta postura dura del peronismo disidente tendrá más temprano que tarde su correlato en la relación interna de la oposición en la Cámara alta. Cabe recordar que al peronismo disidente le correspondió la titularidad de tres comisiones, en el marco del reparto de cargos: Legislación General (Liliana Negre de Alonso); Justicia (Juan Agustín Pérez Alsina), y Minería (Roberto Basualdo).
