La postergación de una definición en la Comisión de Trámite Legislativo sobre el DNU que crea el Fondo del Desendeudamiento, fue el elemento determinante para postergar la convocatoria de la oposición. Igual, no llegaban con el quórum.
Tras un día plagado de rumores, marchas y contramarchas, en el que algunos encumbrados miembros de la oposición insistían en que la convocatoria a una sesión especial para este jueves tendría lugar, se confirmó lo que era un secreto a voces: que la sesión quedaría para la semana entrante.
En rigor, el Peronismo Federal que conduce en Diputados Felipe Solá había dado la señal definitiva a última hora del miércoles, al anticipar la decisión de retirar el pedido de sesión especial, a la espera de un dictamen de la Bicameral de Trámte Legislativo, que -anticipaban- se pronunciaría el próximo martes.
Pero como esa comisión igual estaba previsto que se reuniera este jueves, hubo que esperar a una definición de la misma en la que efectivamente no se sacara dictamen, para confirmar la no realización de la sesión especial.
Las malas lenguas dicen que ya más de un diputado había partido hacia su provincia, pero más allá de esos comentarios insidiosos, lo cierto es que la postura de tres diputados del juecismo alineados con la centroizquierda de Pino Solanas, Lozano, Macaluse, Bonasso y compañía, le restaba número al quórum necesario para arrancar este jueves con los 129 miembros necesarios. Quedará para la semana que viene.
