El presidente del radicalismo lamentó que no se hubiera podido llegar a un acuerdo en un distrito donde aparecen enfrentados, directa o indirectamente, dos de los candidatos presidenciales que podría presentar la UCR el año entrante.
El senador Ernesto Sanz intentó hasta el final tratar de evitar la interna en el distrito bonaerense, buscando hasta último momento establecer un acuerdo que no llegó entre Ricardo Alfonsín, por un lado, y Leopoldo Moreau y Federico Storani, quienes cuentan con el respaldo del vicepresidente Julio Cobos.
En declaraciones a Radio El Mundo, Sanz confesó tener “la sensación de que en este desenlace de la interna bonaerense ha habido mucha mirada provincial y no una mirada nacional y de futuro”.
El presidente de la UCR admitió que las internas son “una buena noticia para el sistema político”, pero alertó también que el Gobierno podría “aprovechar el escenario para deslegitimar y deslucir justo a las dos personas que el radicalismo tiene en la grilla de políticos mejor posicionados”, en alusión a Alfonsín y Cobos.
Así las cosas admitió tener “mucho miedo de que nosotros aparezcamos en esta interna con nuestra ingenuidad democrática tan particular y que el Gobierno aproveche ese escenario para atacar, descalificar, deslegitimar y deslucir justo a las dos personas que el radical tiene en la grilla de políticos mejor vistos del país y que el partido debería proteger”.
“Las internas no es lo que más gusta hoy, lo que más gusta son las presidenciales de 2011”, detalló el senador nacional, advirtiendo que “el proceso electoral interno va a ser aséptico, que solo va a involucrar a los radicales y que va atener todos los condimentos positivos que tiene un sistema democrático. Pero la política argentina está contaminada y el Gobierno influye a través de los servicios de inteligencia, a través de la plata que maneja y a través de los medios y periodistas afines”.
