En mi carácter de senadora de la Nación y atento a la proximidad de la primera fecha conmemorativa, me dirijo a UD. a fin de manifestarle mi preocupación y profundo dolor por la inacción en la que se encuentra la Comisión Bicameral de Conmemoración de los Bicentenarios en el presente legislativo debido, fundamentalmente, a su falta de conformación”.

Esta misiva a la que accedió Parlamentario está fechada el 27 de abril de 2010 y tiene como destinatarios, entre otros, a Julio Cleto Cobos, Miguel Angel Pichetto, Gerardo Morales, Eduardo Fellner, Oscar Aguad, Agustín Rossi, María Eugenia Estenssoro y Samuel Cabachink, y está rubricada por la senadora de Jujuy Liliana Fellner.

Lógicamente la preocupación de la legisladora chocó contra la decisión política no declarada públicamente de seguir enfrascados en las peleas políticas para no ceder en las posiciones de cada uno de los actores que conforman los 17 bloques en la Cámara alta y los 35 en la Baja.

No sólo esta Bicameral ha quedado en el camino, sino varias. Es más, muchas de ellas todavía están en pañales. Ni la cercanía de la fecha patria movilizó a las autoridades del Parlamento para activar la conformación de la Comisión Bicameral de Conmemoración del Bicentenario. Prevaleció la disputa por los cargos y la ubicación. Una pelea que deja al desnudo a la dirigencia política, que dice representar los intereses del pueblo.

Pero lo llamativo del caso es que en diciembre pasado -tal cual informó Parlamentario en su edición 1010- la Comisión Bicameral de Conmemoración difundió una agenda de eventos en una conferencia de prensa realizada en el Salón José Luis Cabezas. La crónica destaca que la diputada nacional Silvia Vázquez, que preside la Bicameral, enfatizó que “se trata de una programación completa que comenzará en febrero de 2010 y que incluye la realización de una histórica Asamblea Legislativa en el mes de mayo, en conmemoración de la Revolución de Mayo de 1810”.

Vázquez, acompañada entre otros por la diputada nacional radical de Tucumán Norah Castaldo, anunciaron en el marco de las celebraciones que “se prevé la realización de actividades culturales, académicas y artísticas durante el mes de mayo en todo el país, apuntando principalmente a la participación de jóvenes artistas de diferentes lugares”.

Las celebraciones debían comenzar el 28 de febrero con el Tercer Festival de Orquestas Infanto-Juveniles del Bicentenario y homenajes a las repúblicas de Haití, Bolivia, Ecuador, países que cumplieron sus bicentenarios entre 2004 y 2009.

Un listado de buenas intenciones que destacaba que en mayo se publicarían además las actas secretas de la Independencia, las 200 leyes más importantes sancionadas por el Parlamento como la Ley Sáenz Peña y el voto femenino, y un documento con la historia de la participación de la mujer en el Congreso.

En esa nota de diciembre último también se puede leer que en junio se realizará un homenaje a Manuel Belgrano y un acto de los Guardapolvos, conmemorativo de la sanción de la Ley de Educación, en tanto que en julio habrá un acto por el Bicentenario de la República de Colombia y en agosto otro homenaje a José de San Martín.

Y cerraba la nota de la conferencia de prensa un tramo de los fundamentos de las actividades programadas: “Las celebraciones de este Bicentenario no deben agotarse en actividades de carácter festivo, considerando que la reflexión crítica y plural debe ser un elemento central de las mismas en este momento de trascendencia histórica”.

Gestos mínimos

Promesas que hasta el momento han naufragado, dado que las actividades anunciadas en esa fecha quedaron reducidas a las Jornadas del Ciclo de debate de los Bicentenarios en el Congreso, y el 27 de febrero pasado se llevó a cabo la primera actividad programada para el año del Bicentenario que consistió en un homenaje a este Congreso brindado por más de 600 jóvenes de distintas provincias pertenecientes al Sistema de Orquestas de la República Argentina en las escalinatas del Palacio de las Leyes, entre otras acciones, que incluyen refacciones como se reflejan en el recuadro que da cuenta de la obra de arquitectos, albañiles y pintores.

Nada mejor que repasar el texto de la carta de la ex presidenta de la Comisión creada en el 2008, Liliana Fellner: “Desde este hecho a la actualidad, la comisión no ha registrado ninguna actividad. Cabe destacar que desde la designación de los nuevos miembros, la misma no se ha conformado llevando a la comisión a una situación de inactividad preocupante”.

Y a renglón seguido señala: “Estoy convencida que, teniendo en cuenta el objeto que tiene esta comisión, ella debe permanecer ajena a toda cuestión política. Asimismo, considero que sería un grave error que el reparto de la comisiones y su integración, a partir de la nueva composición de las Cámaras, se convirtiera en un impedimento para continuar con el normal desarrollo del programa de actividades para el 2010 que la misma consensúo y programó con la suficiente antelación y que comenzó a implementar hacia fines de febrero”.

Y pasó…

…lo que tenía que pasar. Efectivamente la disputa entre el oficialismo y las huestes de la oposición no se pusieron de acuerdo y la Bicameral quedó acéfala hasta el momento, aunque algunas fuentes consultadas por Parlamentario dejaron trascender que más temprano que tarde la misma se conformará y el resto de la programación anunciada en diciembre último se concretará.

Un optimismo que no es uniforme, dado que senadores y diputados entrevistados en la ronda de consulta fueron cautos a la hora de responder a lo que sucedió con esta comisión. Otros legisladores optaron por esquivar la consulta. El silencio se mantuvo en la cúpula de la Cámara de Diputados y en cuanto a quiénes son los responsables de que los actos del Bicentenario no tengan el brillo que correspondía, todos se pasan la pelota y nadie, o casi nadie acusa con nombre y apellido.

Claro que desde la Cámara alta afirman que fueron designados como integrantes de la Comisión Bicameral de Conmemoración de los Bicentenarios de los Revolución de Mayo (1810-2010) y de la Declaración de la Independencia (1816-2016), los senadores Roy Abelardo Nikisch, María Eugenia Estenssoro, María José Bongiorno, María de los Angeles Higonet, Nanci María Agustina Parrilli y Daniel Fernando Filmus.

Es decir que en rigor la responsabilidad pasa por las autoridades de la Cámara baja y de los jefes de los bloques, en no haber procedido a nominar a los varones y mujeres que los representaría.

Una situación que los obliga a completar este trámite que a simple vista es formal, pero que en el fondo la responsabilidad de no haber puesto en funcionamiento a la comisión es de todos. No hubo una preocupación real de los legisladores de que el Bicentenario tuviera el brillo acorde a las circunstancias. Pero pese a todo -seguramente- los recintos serán un canto de patriotismo, donde deslizarán el derrotero de los 200 años de historia argentina. Pero lo cierto es que deberán revisar y lograr lo antes posible una política de Estado que diluya los enfrentamientos.

Las declaraciones de buenas intenciones se quedan en eso, en buenas intenciones en un contexto institucional que la campaña presidencial del año que viene ya incide en todas las conductas.

Una muestra de ello es el Tedeum del 25 de Mayo. Al que desplegará el cardenal Jorge Bergoglio en la Catedral metropolitana asistirá la mayoría del arco opositor que profesa la fe católica, mientras que en la Basílica de Luján, con la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su esposo, el diputado nacional Néstor Kirchner, acudirán los oficialistas y sus aliados.

Una radiografía de una división sin retorno y que después del 25 de Mayo no cederá, mas bien todo lo contrario y que va a incidir y cómo en el andamiaje jurídico del país. Leyes sancionadas al ritmo de los acuerdos pasajeros en vez de tener una sólida formación en función de que las mismas son para regir la vida de la sociedad.

Llegan los días centrales del Bicentenario y las promesas de que el Congreso de la Nación se iba a convertir en un espejo de reconocimientos a los hacedores de la Patria se ha limitado a gestos mínimos, y no a los que realmente se hicieron acreedores.

Es de esperar que finalmente que la Comisión Bicameral sea puesta en funcionamiento con todos sus integrantes y que el resto de la agenda sea cristalizada. Se está a tiempo todavía.