El senador Horacio Lores cuestionó las críticas a la estrategia de dar o no quórum y defendió la postura independiente de su bloque unipersonal. Elogió al vicepresidente Julio Cobos.
Por Agustín Alvarez Parisi
Médico de profesión y político por pasión, Horacio Lores es senador desde 2007. Reivindica la independencia de su partido, el MPN y reclama para el mismo el lugar que le corresponde dentro del Senado.
En diálogo con Parlamentario, cuestionó las discusiones en torno a cargos y mucho más la publicación de una solicitada para reclamar la presencia de senadores en el recinto. En ese marco, defendió el otorgamiento o no del quórum como una estrategia válida.
– Antes de ser senador por Neuquén, usted se desempeñó como médico, ¿no?
– Efectivamente, soy médico-sanitarista especializado en administración hospitalaria y salud pública, pero antes fui médico rural. Nací en Lanús, provincia de Buenos Aires, me recibí de médico en la Facultad de Medicina de la UBA, y ya recibido busqué trabajo y encontré en la provincia de Neuquén muy buena recepción. Tenía 24 años y con mi flamante título fui a trabajar como médico rural a uno de los pueblitos más pobres que tenía Neuquén, llamado Andacollo, y ahí empecé mi carrera. Luego estuve en varios pueblos; Junín de los Andes, Villa La Angostura. Chos-Malal y finalmente recalé en la ciudad de Neuquén, donde desarrollé toda mi carrera.
– ¿Cómo nació después su vocación por la política?
– Conociendo al Movimiento Popular Neuquino, que fue el primer Gobierno de 1963 a 1966, cuando era presidente de la Nación Arturo Illia. Yo, que provenía de una familia de origen peronista, me dije: “este es el partido donde quiero militar”. Cuando lo conocí a don Felipe Sapag, líder histórico que recientemente acaba de fallecer, el político más importante de toda la historia en la provincia de Neuquén, ahí me di cuenta de que era un dirigente con el cual valía la pena aliarse y colaborar para sacar a Neuquén de lo que era una provincia subdesarrollada en ese momento. Con los peores indicadores sociales de salud y económicos del país, con tasas de mortalidad infantil que superaban el 130 por mil.
– ¿Cuándo comenzó a militar en el partido?
– Tuve la suerte de ser ministro de Salud en el gobierno de Felipe Sapag en el período 1983-1987, durante el Gobierno del doctor Alfonsín, un período muy rico para el desarrollo en general para Neuquén. Luego volví a ser ministro de Salud entre 1991 y 1995, y también fui ministro de Gobierno y de Justicia. También fui asesor de la Oficina Panamericana Sanitaria y asesor de salud en Perú, donde estuve cuando estalló la epidemia del cólera.
– ¿Cómo llegó a senador nacional?
– Adherí al proyecto de quien se lanzaba a pelear por la gobernación de la provincia, Jorge Sapag, hijo de don Elías Sapag, que fue también un ilustre senador de la Nación quien estuvo 20 años como legislador. Jorge llegó al Gobierno y yo competí por la senaduría y aquí estoy desde el 2007 en esta tarea tan importante como ser senador nacional.
– ¿Cómo analiza este momento en el Senado?
– Estamos viviendo una etapa difícil en el Senado. Creo que las relaciones están muy tensas en la política argentina, es un momento de mucha crispación, y esto no es positivo, no es lo que la gente espera de la dirigencia política y creo que se han llevado a cabo algunas acciones con las cuales yo personalmente discrepo.
– ¿Cuáles son sus discrepancias?
– Por ejemplo ésta de publicar en los diarios los nombres de los senadores que no dieron quórum en la sesión del 14 de abril, cuando los mismos senadores que propusieron la publicación en los diarios ellos no habían dado quórum en algunas sesiones atrás. Desde el punto de vista ético, me parece reprochable que quien no dio quórum porque no tenía los votos suficientes para imponer su criterio, dos o tres semanas después pida esta sanción para los senadores. Creo que el Senado no es una oficina administrativa, es un cuerpo político donde las cuestiones deben resolverse fundamentalmente en el campo político.
– Se dice también que al no sesionar, los senadores no trabajan…
– En esa sesión también se pronunciaron términos un poco hirientes, donde un senador dijo que los legisladores que no dábamos quórum estábamos escondidos. Acá no se esconde nadie, a lo sumo los senadores están en su despacho trabajando o analizando las estrategias que son naturales en un cuerpo como éste. Otro senador reclamó que vengan a trabajar, cuando todo el mundo sabe que acá hay muchas actividades que en general no son vistas por la gente, como es el trabajo en las comisiones.
– En el nuevo armado de las comisiones usted no estaba en ninguna…
– Justamente venía reclamando mi incorporación a cinco comisiones, como dice el reglamento, porque en esta puja que había entre el oficialismo y la oposición a mí me habían dejado sin incorporarme en ninguna.
– ¿A qué atribuye esta situación?
– En esta puja entre los dos bloques mayoritarios nos dejaron afuera a los dos senadores de Tierra del Fuego y a mí. Los fueguinos optaron por llevar la cuestión a la justicia. Yo quise agotar la cuestión por vía administrativa y afortunadamente esto se ha ido solucionando, porque en este momento ya estoy incorporado a cuatro comisiones y creo que voy a lograr incorporarme a una más. Por esto estoy contento y sigo trabajando.
– ¿Usted se inclina en apoyar al bloque del oficialismo?
– Estoy tratando de convencer a los integrantes de este Parlamento y a la sociedad de que yo presido un bloque independiente, y es tan independiente mi partido que la principal oposición que tiene el Movimiento Popular Neuquino en la provincia es el Partido Justicialista, el Frente para la Victoria y la Unión Cívica Radical. Esos partidos son opositores en mi provincia.
– Pero muchas veces al gobierno neuquino se lo encuentra alineado al kirchnerismo.
– El gobernador de mi provincia y el Gobierno nacional han establecido una estrategia que el propio gobernador definió como federalismo de coordinación, y esa buena relación que lleva adelante nuestro gobernador algunos la han interpretado como asociación incondicional con el Gobierno nacional. Esto no es así, forma parte de las estrategias políticas que lleva adelante cualquier gobierno en función de las conveniencias de las provincias.
– Se dice que los senadores son presionados por sus gobernadores y en algunos casos por el propio Gobierno nacional. ¿Usted ha recibido presiones para votar determinadas leyes?
– Habría que ver qué se entiende por presiones. Yo me haría esta pregunta.
– El día que la oposición no dio quórum porque a último momento se enteraron que no venía el senador Menem, pregunto: ¿eso se puede calificar como una presión?
– En otra sesión ocurrió lo contrario, había una posición del oficialismo de no dar quórum y una senadora del oficialismo dio el quórum. Creo que el quórum forma parte del manejo político, por eso discrepo, aunque lo respeto porque es reglamentario publicar los nombres de los senadores en los diarios, pero insisto: esto no es una oficina y estas cosas se deben resolver políticamente. Y en todo caso, cada vez que falten los senadores a las comisiones, también está reglamentado. Cuando usted falta a dos reuniones de comisión hay que apercibirlo y si falta a cuatro reuniones consecutivas también se le debe descontar de sus dietas. O sea, si vamos aplicar el reglamento debemos aplicarlo en todos los casos y no cuando hay conveniencia política.
– ¿Usted va a bajar siempre al recinto?
– Sí por supuesto, voy a bajar al recinto. Si en algún momento no bajé es por la estrategia política vinculada a la conveniencia de mi provincia, y como parte de mi Gobierno yo tengo que ayudar a la gobernabilidad, por lo tanto tengo que actuar de determinada manera. En definitiva, creo que hay que dar quórum, hay que trabajar, en algún momento la oposición no lo dio y en otro momento no dio quórum el oficialismo, y esto forma parte de las estrategias políticas, pero así como se trabaja en las comisiones debemos trabajar en el recinto.
– ¿Cómo es su relación con Cobos?
– Tengo una muy buena relación con el ingeniero Julio Cobos, es una persona a la cual respeto. Ingresamos juntos en diciembre de 2007, desde ese momento he mantenido una buena relación. Cuando el ingeniero Cobos no contaba con demasiados adeptos en el Senado por distintas razones, porque por ejemplo estaba expulsado de su propio partido, porque había sectores del oficialismo que tampoco querían saber nada con él, yo estuve siempre presente junto a él cada vez que requirió de mi presencia para recibir alguna delegación que visitaba al Senado. En fin, para distintas actividades, pero le puedo asegurar que éramos muy pocos los que acompañábamos al ingeniero Cobos. Pero todo cambió después del 17 de julio del 2008, cuando Cobos cobró un protagonismo muy especial y se hizo un hombre muy estimado por importantes sectores de la población, entonces las presencias junto a Cobos empezaron a ser mucho más numerosas.
Tengo mucho respeto por Cobos, no formo parte de su fuerza política, pero insisto: en mi provincia, el principal opositor y seguramente va a competir con el candidato del Movimiento Popular Neuquino con chances para la gobernación en el 2011, es un radical, actualmente diputado nacional, Horacio Quiroga. Repito, con Cobos nos respetamos mucho, creo que en política uno puede ser adversario y tener controversias, pero siempre en el plano del respeto y en la búsqueda del consenso, porque sino vamos a terminar todos muy peleados en este país y eso no le hace nada bien a nuestro futuro y a la opinión que la gente tiene de los políticos.
