Queda claro que el de los “motochorros” no es un delito exclusivo del ámbito porteño. Ni siquiera del conurbano bonaerense. Es un mal de las grandes urbes, y Rosario es un ámbito donde la inseguridad es elevada.

En esta oportunidad, la víctima fue la esposa de un diputado del oficialismo, el más importante por ser el presidente del bloque, que experimentó en carne propia que la inseguridad es algo más que una sensación.

Fue cuando la mujer iba a una panadería en el barrio de Fisherton, luego de haber dejado el auto estacionado cerca. En esas circunstancias dos motochorros pasaron y le arrebataron la cartera, dejándola sin documentos personales y tarjetas de crédito.

Fue en la intersección de la avenida Eva Perón y González del Solar, y la mujer de Rossi radicó la denuncia en la comisaría 17 de Rosario.