“Como lo habíamos advertido el martes pasado luego de escuchar al ministro (Julio) Alak, las cifras que estaba dando eran totalmente falsas. El ministro nos mintió en las cifras sobre inseguridad que brindó”, señaló la diputada nacional Patricia Bullrich al dar por errados los datos oficiales sobre baja del índice delictivo, en cuanto a crímenes.

En referencia a la exposición del titular de la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación ante la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional, la diputada emitió un comunicado junto al legislador porteño de su partido Juan Pablo Arenaza, quien consideró “llamativo que se pretenda hacer creer que existe una disminución del delito cuando la gente se siente cada vez más desprotegida y tiene miedo de salir a la calle. ¡Siente miedo porque el delito creció!”

Por el contrario, replicaron que “el delito creció un 25 % en la provincia de Buenos Aires y un 7 % a nivel nacional. Es evidente que no es una sensación sino inseguridad concreta en números que transmiten lo que la gente siente todos los días. Además dijeron los legisladores, en estas cifras no están contemplados los delitos que no se denuncian. El Gobierno no puede seguir manejando los índices de la inseguridad de la misma manera que maneja en forma arbitraria los datos de la inflación en el INDEC y por eso no se encuentra una solución, porque en lugar de pensar estrategias para abordar el problema, se lo niega”.

Señalaron a su vez que “el ministro, entre otras inexactitudes o verdades a medias, efectuó una comparación ‘malintencionada’ según el legislador, de la tasa de criminalidad del año 2008 versus la del 2002 (el pico más alto de delito registrado en esta última década). El doctor Alak afirmó que con relación al 2002 el delito había disminuido en un 37%. Sin embargo, el funcionario omitió el pequeño detalle de comparar la cifra del 2008 con la del año anterior, contraste que arroja exactamente la tendencia opuesta, siendo que de un año a otro (los últimos dos de los que tenemos estadísticas) la tasa subió un 10%”.

“Los niveles de inseguridad así como el costo de la canasta básica son indicadores de fácil testeo por parte de la población; basta con caminar la Ciudad de Buenos Aires o ir al supermercado para entender cuál es la información real y cuál la que cuenta el Gobierno”, disparó Arenaza.