Desde que se potenció mediáticamente la posibilidad de que el gobernador bonaerense Daniel Scioli se presente como candidato a presidente, sin precisar la sigla partidaria, se ha desatado una serie de especulaciones de toda índole, en particular en sus filas.

La ola de rumores que inunda por estas horas la Legislatura del mayor distrito del país, indica que en el gabinete de Scioli los tironeos son cada vez más fuertes. Según la información que circula, existirían dos posiciones encontradas sobre el futuro político “del jefe”. Uno insiste en la necesidad de que Scioli conserve su pertenencia al proyecto nacional y popular que encabeza la pareja presidencial. Esta postura es liderada por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y el ministro de la Producción, Martín Ferré; mientras entre los que están convencidos de que se cerró un ciclo histórico de la alianza con Néstor Kirchner, figuran en primer plano el secretario de Gobierno, Javier Mouriño, el ministro de Gobierno Eduardo Camaño, y su actual vocero -y uno de los directores del Banco Provincia- Claudio Marangoni, entre otros.

La pregunta es: ¿a quién le hará caso Scioli, teniendo en cuenta que el ex motonauta siempre consulta para tomar una decisión a sus colaboradores más íntimos? Claro está que al hombre le gusta la idea, pero por ahora sólo se encarga de recalcar que “no es tiempo de candidaturas, sino de gestionar”, su frase preferida.