Cristina Fernández de Kirchner abrió por cuarta vez las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación con un discurso muy laudatorio para su propia gestión y la de su esposo, anunciando una serie de normas que pedirá al Congreso de la Nación y tratando de mostrar un discurso moderado, más allá de que algunas críticas que dejó filtrar.

La presidenta arrancó pidiendo una nueva ley penal tributaria y terminó lanzando un paquete de normas que reclamará del Congreso, poniendo énfasis en una nueva ley de adopción. Además, anunció la implementación de la Asignación Universal por Hijo para las mujeres embarazadas.

La mandataria llegó bien temprano al Palacio Legislativo, a las 11.30, y fue recibida por el vicepresidente Julio Cobos, el presidente provisional del Senado, José Pampuro, el titular de la Cámara baja, Eduardo Fellner, y las comisiones protocolares de recibimiento.

Diez minutos antes del mediodía inició su discurso. Lo hizo recordando la primera vez en que habló ante el Parlamento, cuando le tocó asumir “en un escenario totalmente diferente”, y aludió entonces por primera vez a “mi compañero de toda la vida, Néstor Kirchner”, recordando que en aquel momento “era un país sustancialmente diferente” del encontrado en 2003. Aludió entonces por primera vez al “modelo de inclusión social” y a continuación dijo que “hoy casi cuatro años después, podemos decir que esas bases y ese nuevo escenario que supo plantearle a todos los argentinos, rindió sus frutos”.

“Por eso estamos ya no en esa etapa de base, sino en una etapa de construcción de certezas”, dijo, porque “si algo dejó este maravilloso año del Bicentenario, en el año 2010 se construyeron las certezas que este hombre había iniciado en el año 2003, para que la Argentina creciera como nunca en su etapa constitucional”.

Resaltó haber completado un crecimiento del 9,1, “superando la crisis más importante de la que se tenga memoria”, y destacó “el desendeudamiento más importante del que se tenga memoria en la República Argentina”.

“Fue el sector público el que realizó el gran esfuerzo de desendeudamiento”, dijo la presidenta de la Nación, para hacer hincapié luego en el crecimiento de las reservas, que presentó como “otro de los pilares básicos”. Cristina destacó que “el récord histórico del crecimiento de reservas lo obtuvimos el año pasado con el 13,4% de crecimiento de reservas”.

“Lo paradójico es que el año de mayor crecimiento de las reservas se dio precisamente en el primer año que utilizamos la misma para pagar la deuda y no solicitando crédito externo para pagar”, destacó la presidenta de la Nación.

A continuación resaltó como “un dato clave del modelo” que “por primera vez en el sector de exportaciones el mayor rubro lo cubrieron las manufacturas industriales”, destacando que representaron el 35,4 del total de exportaciones de la República Argentina.

Destacó la recaudación tributaria, que calificó como “récord”, y señaló que “por primera vez en 200 años de historia la Argentina supera la recaudación impositiva en más de 100.000 millones”. Empero, admitió que todavía resta “un gran desafío” que es vencer la evasión fiscal, y por eso pidió a continuación al Parlamento tratar la ley penal tributaria para que quienes evadan vayan presos”.

Cristina aludió también a la situación financiera provincial, señalando como “una muy buena noticia para el federalismo” la transferencia del 9% del PBI al sector provincia, “además de haberse abordado el desendeudamiento más importante del que se tenga memoria”.

Resaltó el papel del Banco Nación en materia de crecimiento y contó haber llamado a Mercedes Marcó del Pont para que le enviara el detalle de entidades financieras donde se desagregara cuanto han prestado las mismas para la producción. “Con curiosidad, estos datos no han podido obtenerse, porque nunca se han desagregado en las 35 entidades financieras, un estudio de cómo prestan”, comentó.

Se quejó porque la banca pública es la que da préstamos hipotecarios, y que la privada sólo da para el consumo. Anunció que con la titular del BCRA acordó iniciar un estudio para verificar cómo se dan los préstamos, porque “necesitamos orientar fuertemente el crédito para sostener la inversión”.

Cristina advirtió que “no se siente un mal clima de negocios” según los balances que presentan los bancos y resaltó que “ha retornado el crédito a la Argentina”, ejemplificando con el consumo de las tarjetas de crédito, que creció en el 1019 por ciento, dijo.

Dijo que el crecimiento industrial promedio ha sido estos años más del 87 por ciento.

Vestida de negro tal cual se ha presentado desde la muerte de su esposo, Cristina Fernández de Kirchner reivindicó el crecimiento del modelo y resaltó como otro pilar del crecimiento a la capacidad instalada, que destacó que en el último trimestre fue del 81% contra el 79,8%. “Capacidad instalada, eso nos permite también esa mayor participación en las exportaciones”, dijo.

Basada en los datos del CEPAL, “Argentina fue el único país que no primarizó sus exportaciones”. El resto de los países, dijo, “aumentaron porcentualmente su grado de primarización”, ante lo cual justificó el lanzamiento del plan de desarrollo industrial 2020.

“Por primera vez en nuestra historia, el crecimiento del mercado interno y las exportaciones no es incompatible y se da de forma armoniosa”, resaltó la presidenta.

Luego aludió a otro pilar del modelo: el tipo de cambio, “y su pretendida pérdida de competitividad” que dijo promueven algunos sectores. “No vamos a someternos a ninguna presión”, dijo al respecto.

Reivindicó la creación del Ministerio de Agricultura y cuestionó los pronósticos de quienes sugerían que iba a haber que importar carne. Resaltó el crecimiento en la exportación de trigo y la exportación de carne por 1.200 millones de dólares. En una señal hacia el campo, lo reivindicó como “un sector dinámico, que invierte”.

“Cuanto más cada uno que produce interviene en los eslabones, termina contribuyendo en la rentabilidad”, destacó la presidenta.

En su mensaje, aludió al financiamiento por parte del Ministerio de Agricultura y las ayudas suministradas por la Nación.

En materia energética, aseguró que hubo un crecimiento a partir del plan lanzado en el año 2004. Dijo que el pico récord de demanda de generación en el año 2003 era de 14.350 megavatios; en el año 2010 el pico fue de 20.893 megavatios. Lo cual adjudicó al crecimiento y a la demanda interna, debida esta última al acceso de las clases populares a bienes que antes no poseían.

“La potencia instalada en el año 2003 era de 17.900 megavatios; hoy la capacidad de generar energía es de 25.290 megavatios”, destacó a continuación la mandataria, ante un nuevo aplauso.

En ese marco, reivindicó la reciente finalización de la obra de Yacyretá, que acompañará en septiembre a otra obra emblemática como es Atucha II, que incorporará más de 700 megavatios, dijo.

Habló de la “duplicación” de autovías y resaltó que “hemos pasado de mil kilómetros a 2.000 de construcción”, además de haber pavimentado el 40% de la red vial no pavimentada, desde el año 2003 a la fecha.

A continuación aludió a la educación, recordando que el lunes se dio inicio al ciclo lectivo. Y resaltó el “compromiso con la educación pública”, e hizo hincapié en la inauguración de la escuela número 1097 construidas desde 2003. Al respecto, se manifestó “muy orgullosa”.

“Había una terrible deuda con la educación pública”, dijo, la cual “comenzamos a saldar con la ley de financiamiento educativo”. Resaltó “el mejoramiento de los salarios docentes, la creación de nueve nuevas universidades”, y dijo que en ciencia y tecnología se hizo la inversión “más importante de que se tenga memoria”.

Resaltó que el año pasado fue el de más clases y pidió abordar con el sector docente el tema de la mejora de la calidad educativa. “Porque toda la vida escuché sentada en estas bancas que no podía haber calidad educativa si no había buenos salarios e inversión”, por lo tanto, dijo, “las excusas se han terminado, es necesario dar el salto cualitativo en materia de calidad”.

Luego mencionó a la empresa Aerolíneas Argentinas, diciendo que “el Estado argentino está haciendo un gran esfuerzo”, e hizo entonces un llamado a los sindicatos a no someter a la gente a situaciones de maltrato generadas por las huelgas, porque “los que viajan son también trabajadores”.

“Una vez más yo convoco a mis compañeros los trabajadores a que defendamos el proyecto y el modelo, porque los primeros beneficiados son los millones de hombres y mujeres que han recuperado la dignidad del trabajo”, resaltó.

Habló luego de los bienes culturales, resaltando que en materia de cultura “hemos dado el salto más importante en la construcción de la historia”. Aludió en ese sentido las jornadas de festejos del Bicentenario, donde “millones de argentinos se volcaron a la calle para desmentir el relato que querían vendernos sobre nosotros mismos”.

La reivindicó como “una magnífica autocelebración que se dio el pueblo argentino” y se dijo orgullosa por haber colaborado en eso.

Reivindicó luego la baja del desempleo, que lo emparentó con el plan de desarrollo industrial, que tiene como meta llegar a un desempleo para 2020 del 5%.

Destacó el régimen de cobertura social y lo emparentó con la Asignación Universal por Hijo. “Hoy 1° de marzo entra en vigencia un nuevo aumento de la ley de movilidad jubilatoria”, recordó, comentando que la jubilación mínima llega a 1.272 pesos.

“Tenemos una cobertura social del 96% en la República Argentina, con más de un millón de pensiones no contributivas”, dijo, resaltando “el impacto sin precedentes de la Asignación Universal por Hijo”, que –contó- llegó a un pico en octubre de 1.927.000 familias cubiertas.

Anunció luego la extensión de la AUH a las mujeres embarazadas a partir del tercer mes de embarazo, lo que dio espacio a una gran ovación del público. “Hemos decidido seguir apostando a la vida”, dijo. Llevaba ya una hora de discurso.

El beneficio, dijo, se implementará a partir de mayo. “La injusticia social sigue siendo el gran separador y el negador de derechos en la República Argentina”, admitió. Habló de enfrentar la mortalidad infantil y la mortalidad materna.

Se refirió luego a la creación del Ministerio de Seguridad, y a lo que ha significado en materia de inversión para las fuerzas de seguridad. “El problema es que durante muchísimo tiempo estuvieron congeladas las vacantes en los sistemas de seguridad”, dijo, detallando luego la cantidad de incorporaciones efectuadas en cada arma.

Habló de dar más seguridad y dijo que “la seguridad es la seguridad y no debe tener ideología, pero sobre todas las cosas no debe tener utilización mediática con fines electorales”.

Si bien admitió la existencia de crímenes y la necesidad de bajarlos, aclaró que los índices son inferiores a los de otros países. Anticipó una reestructuración sobre todo en la Policía Federal para poner más gente en las calles y las comisarías. “He tomado por eso la decisión de que todo lo referente a documentación pase al Registro Nacional de las Personas”, sacándole esa actividad a esa fuerza de seguridad.

Por otra parte destacó la tarea desarrollada en la entrega de documentos de identidad, realizada con software y producción argentina. El pasaporte ya no tendrá una validez por cinco años, sino diez, y costará lo mismo que ahora.

Recordó su paso por el Congreso y cuando salía rumbo a su departamento, dijo, veía las colas en los consulados de gente que se quería ir del país.

“También me acuerdo cómo estaban las causas de los derechos humanos”, y se mostró complacida por el discurso del titular de la Corte Suprema, respecto de que no hay vuelta atrás en la Argentina en materia de derechos humanos. “Y yo me acuerdo que en este mensaje dije que quería que cuando terminara mi mandato hubieran terminado ya las causas, para finalmente dar una vuelta de página a la historia, para seguir adelante -agregó-. Hemos logrado en estos años un importante avance en materia de causas judiciales”.

Destacó luego los avances en la lucha contra la trata de personas y el rescate de víctimas. A propósito de eso, habló de “una ley que descansa acá, porque en los días que corren la servidumbre humana hemos visto que no solamente se reduce a condiciones que tengan que ver con sexualidad, sino con condiciones que tienen que ver con ganarse la vida”.

“Y realmente es importante que leyes como la del peón rural, para modificar esto, para que el control no esté en manos de sindicatos, vuelvan al Estado, para terminar con el trabajo esclavo”, agregó.

En materia de relaciones exteriores, recordó como un tema pendiente el deterioro de la relación con Uruguay y resaltó la superación del conflicto por la pastera, agradeciendo en eso la tarea del mandatario de la Nación hermana, José “Pepe” Mujica.

Recordó el reclamo argentino por las islas Malvinas y la voladura de la AMIA y las soluciones ofrecidas en la materia.

Destacó luego del Parlamento la sanción de la Ley del Matrimonio Igualitario. “Vieron que no pasó nada, que todo sigue igual, yo les dije que no iba a pasar nada, como tampoco va a pasar nada con esta agitación sobre la reforma constitucional”.

“Si no he podido lograr que me aprueben el presupuesto, ¿alguien me puede explicar cómo voy a lograr que me aprueben una reforma constitucional?, se preguntó, diciendo que hace algunos años algunos titulares “me daban rabia, hoy dan risa”.

“Si no he logrado una minoría simple para una norma que han tenido todos los presidentes, como es el Presupuesto, ¿a quién se le ocurre que voy a buscar una reforma constitucional?”, preguntó, agregando que todavía no ha confirmado siquiera que irá por la reelección en 2011.

“Yo lo que creo sinceramente, argentinos y argentinas, que no podemos gastar tanto tiempo en estas discusiones”, señaló. Recordó entonces que cuando juró como presidenta todas las teorías acerca de que iba a estar un turno ella y al siguiente su esposo. “Un importante periodista de un medio extranjero que me hizo esa pregunta, le dije si alguien puede hablar de eternidad”.

Se refirió luego a los vetos, decían que “iba a ser Vetina en lugar de Cristina”, ironizó. Y dijo que en sus tres años de gestión ha hecho la menor cantidad de vetos, sólo superada por el presidente Kirchner. “El período donde más se vetó fue en 2002, con 6,92 vetos”, y disparó que “el récord de récords lo bate el gobierno de la Ciudad” de Buenos Aires.

Con eso quiso sugerir “sustraernos a la discusión de los temas que poco importan a la gente, para adentrarnos a la discusión de los problemas que todavía faltan discutir a los argentinos”. Recordó entonces su frase de que mientras exista un pobre, la política seguirá en deuda. Por eso pidió “volver a construir la capacidad de debate de acuerdo a las ideas que cada uno sienta realmente”.

“Ha sido el año de menor producción legislativa”, dijo, aclarando que no lo decía como reproche, y se reivindicó como “una de ustedes”, pidiendo entonces “dar una vuelta de página”, asegurando que en el año del Bicentenario “nos hemos reencontrado los argentinos”, vaticinando de paso un gran crecimiento para el próximo año.

“La Casa de Gobierno no la manejan las corporaciones”, reivindicó, resaltando la recuperación del valor de la política, dijo, y pidió no tener miedo, porque “nadie es eterno y creo que dolorosos ejemplos pueden atestiguar que la eternidad es un mito”.

No quiso terminar su mensaje sin aludir a los jóvenes y reivindicó a los miles que se han volcado a la política, y pidió darles “la oportunidad de tener un país diferente al que tuvimos nosotros; lo merecen”.

“Tenemos la obligación de construir un país diferente”, dijo, aludiendo luego a su esposo fallecido, y emocionada reivindicó su papel para los logros que ella tuvo. “Pero hoy tenemos la posibilidad de tener un país diferente, no perdamos la oportunidad, hoy que pudimos superar estas contradicciones falsas, estas antinomias ridículas que nos quisieron imponer: sabemos cómo es la historia; sabemos cuál es el camino. En todo caso, en las próximas elecciones, la ciudadanía resolverá quién es la persona que tiene más aptitudes para hacer un país diferente”.

Agradeció la atención de todos los presentes y pedirles “sanciones de leyes que vamos a necesitar este año”, y para finalizar anunció el envío de dos proyectos de ley: uno, la ley de propiedad de la tierra en la República Argentina, en cuanto a extranjerización, pero pidió que no tenga un sesgo anti-inversor. La otra, una nueva ley de adopción, que pidió sancione el Congreso, porque “no puede espere la unificación de ambos códigos”. Pidió al respecto una especial preocupación del Congreso para aprobar esa norma.

Y concluyó sin obviar -como hizo el año pasado- el llamado a la apertura de las sesiones ordinarias 2011.