El vicegobernador bonaerense y el titular de la AFIP desligaron al titular del Senado de las acusaciones que pesan sobre él.
Después largos días de silencio, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, y el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, salieron a defender al vicepresidente de la Nación y titular de la Cámara alta, Amado Boudou, de las acusaciones que pesan sobre el ex ministro de Economía en relación con la ex imprenta Ciccone.
Por la mañana, Mariotto calificó a Boudou como “un gran compañero y militante”.
Horas más tarde, Echegaray dio una conferencia de prensa en la que aseguró que el vicepresidente de la Nación “no intervino en el levantamiento de la quiebra” la ex Ciccone.
El funcionario detalló: “Ciccone Calcográfica SA solicitó el levantamiento de la quiebra. No ha sido el -entonces- ministro de Economía –de la Nación- quien ha solicitado el levantamiento de la quiebra”.
Por último, Echegaray dejó en claro que no fue la AFIP la que levantó la quiebra de la imprenta, sino “el juez en lo comercial Cosentino, el 3 de septiembre de 2010”.
