“Siempre resulta refrescante escribir sobre la vida y obra del Brigadier Estanislao López. Y digo “refrescante” porque la responsabilidad que implica escribir un artículo sobre el personaje más importante de nuestra historia provincial nos obliga a la tarea de releer y estudiar los textos que se ha escrito sobre él.

A esta altura de los acontecimientos ya nadie puede dudar que López fue uno de los caudillos más importantes que forjaron, no solo el federalismo, sino también todo el proceso de organización nacional. Su concepción orgánica de la vida comunitaria, como su siempre trascendente respeto por la persona y la dignidad humana que exigían derechos y garantías, su intuición, idea y anhelo sobre el devenir histórico de la Nación, respetando las peculiaridades provinciales dentro del marco federal, la necesidad de que la autoridad tenga límites y no actúe con total discrecionalidad, su permanente pensamiento acerca de la unión nacional, fueron elementos decisivos en la redacción del Reglamento Provisorio de 1819, que fuera aprobado por el Cabildo el 26 de Agosto de dicho año. Vino a ser ésta la primera constitución provincial argentina que procuraba la consolidación autonómica e institucional de la provincia como etapa previa a la futura organización nacional.

Pero la visión de López no se reducía sólo al ámbito local. A lo largo de su vida demostró una macro visión geopolítica también en el marco nacional y latinoamericano. Y en este momento, donde el gobierno nacional ha endurecido el reclamo de soberanía por nuestras Islas Malvinas, vale la pena recordar cuál fue la posición de nuestro caudillo cuando en el año 1833 el imperialismo británico usurpó aquellas islas.

Cuando aconteció el hecho estaba a cargo de la provincia de Buenos Aires el Gral. Balcarce, el cual a través del Ministerio de Relaciones Exteriores -ya que Buenos Aires las tenía por delegación de la provincias- presentó un reclamo al representante británico. Lo que es poco conocido es que ese mismo gobierno que manejaba las relaciones exteriores comunicó a las provincias hermanas la usurpación de las islas y el ataque al establecimiento argentino en las mismas.

Dice Fermín Chávez, en su obra “Historia del país de los argentinos” que los gobernadores provinciales que protestaron por tal indignante ataque fueron Estanislao López, de Santa Fe; Juan Felipe Ibarra de Santiago del Estero; y Pedro Ferré de Corrientes. El hecho que un gobernador santafecino en esa época se preocupara de tan alejado archipiélago, muestra que tenía conocimiento de todo lo referente a la soberanía de la Nación, aún no constituida jurídicamente.

La reacción del gobierno de Santa Fe se puso de manifiesto a través de dos notas fechadas el 25 de Febrero de 1833, que revelan la preocupación del gobernador López por la usurpación de las Malvinas. La primera de ellas fue dirigida al agente de negocios de la provincia de Santa Fe ante el gobierno de la de Buenos Aires, don Pedro Vidal, y acusa conocimiento de las normas que deben reglar las relaciones internacionales y pone de manifiesto, además, la organización federal de la nación; de la que hasta entonces, los gobiernos porteños eran sagaces enemigos. La segunda nota, dirigida al entonces gobernador de Buenos Aires, don Juan Ramón Balcarce, es de fino estilo, que demuestra su conocimiento de política internacional, digna de un estadista contemporáneo.
Su texto dice: “Por la respetable nota del 24 de enero próximo pasado en el que el Exmo. Gobierno de Buenos Ayres encargado de las Relaciones Exteriores de la República se ha servido dirigir a esta provincia, y por las copias que la acompañan, ha tenido el infrascripto la mortificante noticia de la ocupación de las islas Malvinas por la corbeta de guerra “Clío” de S. M. Británica yel desalojo que obligó a hacer de ellas a las fuerzas que en nombre de la República ocupaban por el título de dominio y señorío que sobre dichas islas tiene. El gobierno de Santa Fe espera lleno de confianza que el Exmo. de Buenos Ayres obrará en tan grave y delicado negocio con la firmeza y hábil circunscripción tantas veces demostradas en la defensa de los derechos de la República; y que representando al gabinete de St. James lo injusto de su pretensión, y la enorme injuria inferida al honor del pabellón argentino por infracción manifiesta de los pactos existentes entre ambos estados, alcanzará de aquél la reparación del insulto ejecutado por el comandante Onslow; porque no es de creer que un gobierno que tanto blasona la libertad de su política, que la ha demostrado en ambos mundos, no ya con sus mismos rivales sino también con su más encarnizados enemigos, quiera sostener por la fuerza tan escandalosa usurpación hecha a sus mejores amigos con la mengua de la fe británica y manchando su bandera con horribles colores. Sírvase el Exmo. Gobierno de Buenos Ayres admitir las sinceras protestas de aprecio y respetuosa consideración con se honra saludarlo. Estanislao López. Domingo Cullén”.

Pero lo más importante de todo esto es que según el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación, los reclamos de López pasan a integrar los antecedentes con que la Nación cuenta para dirimir el litigio y recuperar la posesión de las islas.

Estos documentos echan por el suelo las falsas afirmaciones de la historia tergiversada donde se pretende presentar a nuestro gran caudillo como un gaucho bárbaro y elemento desintegrante de la nacionalidad. Todo esto da a López legítima causa para figurar en primer plano dentro de nuestra historia nacional.”

Fuente:”Pensamiento, Acción y Obra de Estanislao López” de Leo W. Hillar Puxedú.

Martínez es diputado de la Nación de la provincia de Santa Fe