El ministro de Economía sostuvo que en el proyecto de Presupuesto 2013 que el Congreso se apresta a tratar “en ningún caso se plantea el uso de reservas para gastos corrientes”.

Asimismo sostuvo que se podrán utilizar reservas internacionales para gastos en infraestructura e importación de bienes de capital “si existe un excedente en la partida destinada para el pago de compromisos”.

El funcionario, que el jueves presentó el proyecto ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, señaló que “los presupuestos que presenta este proyecto político nunca van a implicar un ajuste o un parate en la política de distribución del ingreso”.

Aseguró el funcionario respecto de la posibilidad de utilizar reservas para gastos en infraestructura e importación de bienes de capital, que si existe un excedente en la partida de 7.967 millones de dólares prevista para el 2013 para el pago de compromisos, esa diferencia “se podrá utilizar para gastos de capital, como en el sector energético o satelital”.

En relación al tipo de cambio, continuará la política actual de administración y aseguró que tratarán de dar una mayor “progresividad” a la actual estructura tributaria.

En cuanto al uso de reservas para gastos de capital, las mismas podrán ser volcadas “a nuestra política energética, nuclear o satelital, como la CONEA o Atucha”. Lorenzino precisó que se trata de “gastos que el Tesoro tiene que hacer en moneda extranjera, en dólares, como la compra de una turbina para una central termoeléctrica. En esos casos se utilizan las reservas, si hay excedente del pago de deuda. En definitiva, lo que estamos planteando es un Fondea para gastos de capital para infraestructura para el país”.

En declaraciones a Página 12, Lorenzino resaltó el uso de reservas para el pago de vencimientos de deuda señalando que “ha sido un instrumento que ha dado muchos resultados. Desde el punto de vista financiero nadie lo duda: pagar deuda que rinde 10 u 11 por ciento con activos que rinden menos del 1 por ciento”.

Con relación a la proyección de crecimiento del presente año, reducido del 5,1 por ciento al 3,4, el ministro explicó que la medida obedece a “un cambio en nuestra visión de la economía, debido a la evolución que mostró en el primer semestre”. A su juicio, la economía “va a seguir creciendo, en un contexto muy complejo, gracias a que el Gobierno puso en marcha -igual que en 2009- una fuerte política contracíclica orientada a incentivar el mercado interno, la demanda agregada. Fundamentalmente, se buscó mantener el consumo de los sectores más vulnerables. Esto es lo que está detrás de la estimación de 3,4 por ciento”.

En relación al crecimiento previsto para 2013, del 4,4 por ciento, fue pensado en base a una recuperación de “nuestros socios comerciales, Brasil y China”, y destacó que ambas naciones hoy “se están recuperando a partir de aplicar políticas contracíclicas”, lo cual permite “avizorar que el escenario va a ser de leve recuperación. Además, se tomó en consideración que los precios de nuestros productos exportables no fueron afectados. Para el año próximo se prevé que la cosecha, en función de los pronósticos del clima, será positiva. La conjunción de estos factores, con una política activa por parte del Estado, nos deja en un mejor escenario”.

Afirmó el ministro que “el proyecto 2013 no requiere del financiamiento en el mercado”, y que continuará “la asistencia técnica” del FMI para la elaboración del nuevo IPC nacional.

“Vamos a seguir trabajando como lo estamos haciendo con el Indec, en el marco de un proyecto que tenemos en proceso, que es la migración hacia un IPC nacional, que nos va a permitir tener una medición mucho más representativa de las diferencias que tenemos por la gran extensión de nuestro territorio. La vinculación en ese sentido con el Fondo ha sido, es, y seguirá siendo, de asistencia técnica”, sostuvo el ministro.