La propuesta presentada por el sciolismo plantea una reforma al Código Procesal Penal, limitando las excarcelaciones en tres casos: cuando se porten armas de fuego ilegalmente y exista resistencia o evasión a un procedimiento por parte una autoridad pública; cuando los presuntos delincuentes tengan antecedentes por comisión de delitos con armas; o en los casos que los imputados estén gozando ya de una excarcelación anterior.

En el debate en el Senado bonaerense, el oficialismo hizo hincapié en la necesidad de poner “limitantes” a la “discrecionalidad de los jueces”, tal cual lo manifestsaron Jorge D’Onofrio y Alberto De Fazio.

El delito va cambiando y mutando. D’Onofrio mostró estadísticas sobre el crecimiento del robo agravado por tenencia de armas, que, sostuvo, trepó más de 20%. Y recordó el secuestro y asesinato de Axel Blumberg, en el que, dijo, “su matador, semanas antes, había registrado siete ingresos por diferentes delitos en diferentes departamentos judiciales”, cuatro de las cuales “había sido detenido en posesión de armas de guerra”.

“Si hubiésemos tenido todos los resortes que trabajamos hoy, si tuviéramos la limitante de la discrecionalidad de jueces y fiscales, el Oso Peralta hubiera estado detenido y no hubiera matado a Axel Blumberg”, razonó.

También la UCR tuvo acompañamiento, aunque no evitó críticas. “Creo que esta ley es la ley para la foto del gobernador, pero es también la ley de la impotencia, la respuesta de la no respuesta”, dijo el titular de la bancada Carlos Fernández, y pidió que la nueva norma “vaya acompañada por políticas públicas acordes”.