La diputada Paula María Bertol organizó la segunda y última jornada interdisciplinaria y abierta sobre Grooming, con el fin de seguir consensuando las modificaciones necesarias para que el proyecto de ley que llegó del Senado finalmente vea la luz.

El grooming es toda estrategia realizada por un mayor de edad a través de un medio de comunicación electrónico (Internet, mail, redes sociales, chats, celulares, etc.) con el fin de ganar la confianza de un menor y obtener concesiones de índole sexual.

Participaron del evento representantes de otros bloques como el diputado Oscar Albrieu (Frente para la Victoria), Manuel Garrido (UCR) y Natalia Gambaro (Peronismo Federal). Como así también miembros de asociaciones civiles, familiares de víctimas de casos de Grooming, integrantes de la Superintendencia de Investigaciones Cibercrimen de la Policía Metropolitana, y de la Fiscalía General de la Cámara Criminal Correccional.

“Tenemos que ser claros y atrapar esta nueva conducta dentro del tipo penal sin dejar lugar a dudas, problema que se presenta en la redacción que viene del Senado. El ciberhostigamiento o grooming debe ser considerado un delito específico y autónomo contra la integridad sexual sin que esto signifique en lo absoluto la regulación de Internet”, dijo Bertol una vez finalizado el encuentro.

“Sin dudas lo ideal es educar para prevenir, pero la irrupción de las nuevas tecnologías ha dado lugar a situaciones complejas que requieren otro tipo de intervenciones. Datos de UNICEF indican que en los grandes centros urbanos de la Argentina el 64,4% de los adolescentes de entre 13 y 17 años navegan sin la compañía de un adulto”, agregó.

El objetivo de los diputados es elaborar una propuesta alternativa que concrete aún más el tipo penal, revea la escala de penas, distinga según la edad de la víctima, y contemple que el delito sea de acción pública pero dependiente de instancia privada al igual que el abuso sexual.