“A la noble austeridad del Libertador de América, Milani opone el desparpajo de su sospechosa fortuna personal”, expresó el diputado Enrique Thomas, para quien el jefe del Ejército “agrede la memoria sanmartiniana”.
El diputado nacional y presidente del Interbloque Frente Peronista, Enrique Thomas, consideró como “muy poco feliz” la decisión de las autoridades provinciales de invitar a César Milani, quien es sostenido en la jefatura del Ejército “sólo por capricho presidencial”, al acto que se realizará en el Manzano Histórico, donde se honrará la memoria del general don José de San Martín.
“Milani representa la antítesis perfecta del espíritu sanmartiniano en las tropas nacionales. A la noble austeridad del Libertador de América, Milani opone el desparpajo de su sospechosa fortuna personal”, expresó el legislador.
En este sentido, hizo hincapié en que en 2010, declaró un patrimonio de un millón y medio de pesos, a pesar de haber prestado tareas exclusivamente en el Ejército con un sueldo que, actualmente, ronda los catorce mil pesos; razón por la cual, concentra varias denuncias judiciales.
“San Martín evitó, hasta la desobediencia, prestarse a los enfrentamientos de facción dentro de la sociedad criolla. Milani, por el contrario, no ha dudado en subordinarse públicamente al partido oficial, en un gesto de alcahuetería que deshonra su cargo”, enfatizó al respecto.
Thomas detalló que “en 1829, el general Juan Lavalle, su antiguo lugarteniente, solicitó al emancipador de los pueblos hispanoamericanos colaboración para combatir a los grupos federales. “El general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos”, le contestó”.
En contraposición, aseveró que “no ha sido ésta, precisamente, la actitud moral de MIlani: el Informe Nunca Más de La Rioja lo señala como uno de los responsables de la desaparición de su propio asistente, el conscripto Alberto Ledo, durante las acciones de Tucumán que iniciaron la escalada destituyente de 1976”.
Por último, Thomas argumentó que se podrían “esgrimir otras consideraciones contra la presencia de este funcionario vinculado, desde sus inicios profesionales, al espionaje interior” pero destacó por sobre todo la importancia de “alertar sobre el posible daño simbólico que, su inapropiada invitación, puede ocasionarle a la conmemoración más importante de los mendocinos”.
