Las novedades en la causa Ciccone y la complicada situación del vicepresidente Amado Boudou le subieron el tono a la disputa por la presidencia provisional del Senado, hoy en manos de la tucumana Beatriz Rojkés, esposa del gobernador tucumano José Alperovich. El pedido de indagatoria por parte del fiscal Jorge Di Lello volvió a poner sobre el tapete la participación de Boudou en el levantamiento de la quiebra de la imprenta, mientras se multiplican los pedidos de juicio político en la Cámara de Diputados. En este escenario, una salida anticipada del vicepresidente hace que más de uno anhele ocupar su sillón.

La continuidad de Rojkés en el cargo se definirá el próximo viernes 28 de febrero, cuando la Cámara alta renueve autoridades en una sesión preparatoria, tal como está estipulado en el reglamento. Será un día antes de que la presidenta Cristina Fernández concurra al Congreso para inaugurar el período de sesiones ordinarias. La potestad de la decisión, claro está, la tiene el Poder Ejecutivo, o mejor dicho CFK.

Lo cierto es que, pese a que algunas fichas se posaron en el senador y ex gobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora, el candidato no contaría con el aval de varios integrantes del Frente para la Victoria ni tampoco de los propios legisladores radicales. Los senadores que confiesan su lealtad al peronismo no ve con buenos ojos que la presidencia provisional sea ocupada por un ex mandatario de extracción radical, aunque, en la otra vereda, desde la UCR sostienen que Zamora ya pasó a ser un peronista más.

Hay que recordar también que el espacio que lidera el gobernador santiagueño, una de sus representantes – Norma Amanda Abdala de Matarazzo- ocupa la vicepresidencia 1° de la Cámara baja. “Sería un premio exagerado para Zamora”, acotó al pasar un senador norteño del FpV.

De modo que, según pudo saber Semanario Parlamentario, Cristina Fernández habría ungido nuevamente a Rojkés, que de contar con la mayoría absoluta quedaría segunda en la línea sucesoria por un año más. Aunque esta vez, la elección de la tucumana tendría un condimento extra, ya que significaría que el Gobierno renueva sus votos de confianza a un gobernador cuyo hijo fue señalado por el posible jefe de una banda narco, Juan Suris, quien reveló que Gabriel Alperovich lo hospedó en su casa. ¿Podrá esta declaración cambiar el rumbo de los acontecimientos?

Mientras las especulaciones están a la orden del día, el senador y titular de la UCR Ernesto Sanz buscó despegarse de Zamora: “No es radical, fue expulsado del radicalismo, y hace tiempo está en el oficialismo”, aclaró, y agregó que “si lo eligen a él, elegirán a un justicialista más”.

“Nosotros apoyaremos como presidente provisional del Senado a quien proponga la mayoría, salvo que no tenga, a juicio nuestro, las condiciones de idoneidad”, dijo Sanz, aunque de todos modos reconoció que “no está en condiciones de adelantar” el voto de su bancada.

Sin ir más lejos, hasta el propio Zamora negó las versiones. El senador santiagueño –que como suplente asumió su banca gracias a la renuncia de Daniel Brue, una vez frustrada su intención reeleccionista- dijo que “nunca” le ofrecieron dicho cargo, ni lo aspira, ni pretende ocuparlo. Pero el ex gobernador ya dio una muestra de fidelidad al Frente para la Victoria desde su banca, cuando votó a favor del ascenso del general César Milani al frente del Ejército, apoyo nada menor por el tenor del debate.

Mientras tanto, la diputada Elisa Carrió lanzó una premisa:“La disputa del PJ comienza con la elección del presidente del Senado”, sentenció. Es así que en las especulaciones en torno al cargo no faltan nombres como el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto; el neuquino Marcelo Fuentes, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales; o hasta Aníbal Fernández. Aunque los tres son las espadas fuertes del kirchnerismo en el Senado, sus posibilidades se diluyen. El propio Pichetto, quien suena con más fuerza de los tres –ya que contaría con el aval de gobernadores peronistas-, no buscaría ese lugar, que podría desdibujar su perfil de vocero del oficialismo y mediador con la oposición.

Pichetto, a pesar de contar con el aval de Daniel Scioli y de los senadores radicales, no es bien visto por la presidenta y los dirigentes de La Cámpora para ocupar el cargo, incluso varios legisladores que militan en la agrupación juvenil le habrían hecho saber a Cristina su malestar por la posible candidatura del senador rionegrino. Ergo: Pichetto seguirá ocupando su actual cargo.

Otro nombre que circuló por los pasillos de la Cámara alta fue el del neuquino Marcelo Fuentes. Si bien es un hombre que anida en la pingüinera, no cuenta con el respaldo suficiente de sus colegas. “Es un buen legislador, pero de muy mala llegada al arco opositor”, dijo a Parlamentario un senador radical.

En tanto, la candidatura de Aníbal Fernández más bien es una jugada política de un sector kirchnerista para sostener los embates contra la actual presidenta provisional Beatriz Rojkés, que por estas horas debe lidiar con las andanzas de su hijo.

Más allá de las especulaciones, lo cierto es que la senadora tucumana ya tendría el aval de la presidenta que fiel a su estilo no moverá ninguna ficha bajo presión, además dicen que CFK tiene una excelente relación con la pareja Alperovich. Datos que afirman que Beatriz Rojkés seguirá al frente de la presidencia provisional del Senado, salvo que en los próximos días suceda algo que cambie el pensamiento de Cristina Kirchner.