En medio del litigio que podría llevar a nuestro país al default, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, pidió este viernes “generar las condiciones para poder negociar” con los fondos buitre y exigió “hacerlo en el marco de la Constitución Nacional y las leyes” de nuestro país.

Lo hizo al encabezar el acto oficial por el Día de la Bandera en la ciudad de Rosario junto al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la intendenta local, Mónica Fein, y funcionarios del Gabinete nacional, en un mensaje que fue transmitido por cadena nacional.

“He dado instrucciones al ministro de Economía para que nuestros abogados le soliciten al juez (Thomas Griesa) que generen las condiciones para llegar a un acuerdo igualitario, porque hay normas que cumplir, leyes que respetar”, anunció la primera mandataria.

Así, reiteró la voluntad del Gobierno de “cumplir con el 100 por 100 de los acreedores”, es decir “con el 92,4 por ciento que accedió a ingresar al canje y también con los que no ingresaron”.

“Sólo pedimos que nos generen condiciones de negociación justas y de acuerdo a la Constitución argentina, las leyes nacionales y a los contratos que firmamos como país”, imploró.

Asimismo, insistió en que “la Argentina va a estar dispuesta a dialogar” y admitió: “No puedo creer que la legislación de ningún país del mundo diga que hay que reventar al 92 para salvar al 1 por ciento. No hay ordenamiento jurídico que pueda justificar eso”.

“Hemos dado muestra de que somos personas capaces de sentarnos a negociar y acordar”, aseveró, y por eso pidió “una negociación justa y equitativa”.

A su vez, dijo ser una “presidenta responsable”: “Sería fácil, como proponen algunos, hacer cualquier cosa, pero antes que mi gobierno está mi país, mi Nación y mi Patria”, aseguró entre aplausos de la militancia que se dio cita en el Monumento a la Bandera.

En ese marco, recordó que “en 2001 se declaró el default más importante de la historia, por más de 100 mil millones de dólares, veníamos de décadas de endeudamiento”, y agregó que “luego vino el blindaje, el megacanje, y terminamos con una deuda que implosionó no sólo la economía, sino las instituciones”, ya que “la Argentina llegó a tener cinco presidentes en una semana”.

Luego, indicó, “el 25 de mayo de 2003, un hombre que venía del sur vino a hacerse cargo de una deuda que no había generado” y “dijo en todos los foros que Argentina iba a pagar su deuda, pero que la dejaran crecer, porque los muertos no pagan las deudas”.

“En 2010 me tocó a mi iniciar la segunda reestructuración, para poder seguir incorporando y pagándole a los que habían quedado afuera”, relató Cristina, al señalar que en ese entonces “llegamos a que el 92,4 por ciento de los acreedores tuviera reestructurada su deuda”.

En este sentido, apuntó que “desde 2005 hemos venido pagando religiosamente, sin acceso al mercado de capitales, todos y cada uno de los vencimientos de esa deuda, sin recurrir a la bicicleta financiera”, y que “paralelamente le pagamos a los organismos multilaterales de crédito”.

Además, la presidenta destacó el acuerdo alcanzado hace unas semanas con el Club de París, “luego de que ocho gobiernos anteriores intentaran llegar a una solución”, y también ponderó el acuerdo con Repsol por la expropiación de YPF, “una negociación dura”, reconoció.

Por último, hizo un llamado a la “unidad nacional”: “La unidad nacional es una posición que ningún argentino puede dejar de observar a la hora de defender los grandes intereses nacionales, más allá de los gobiernos de turno”, sostuvo.