“El ARSAT-1 es un orgullo nacional, es el principio de la soberanía satelital. Y así nos convertimos en el primer país de América Latina en lanzar un satélite y por lo tanto formamos parte de un selecto grupo de países capaces de dominar semejante desarrollo tecnológico junto a Estados Unidos, Unión Europea, Rusia, China, Japón, Israel, y la India”, dijo la diputada de la Nación Alicia Comelli al explicar el porqué de su proyecto para que la Cámara baja en conjunto exprese su beneplácito por lo que consideró “un hito histórico”.

“Semejante gesta no es gratuita. El ARSAT-1 demandó 1 millón de horas hombre de trabajo y un costo de casi U$S 300 millones para una vida útil de 15 años aproximadamente”, dijo Comelli y argumentó que “al verlo despegar exitosamente, no quedan dudas que valió la pena, el esfuerzo, las 1200 personas que trabajaron en el INVAP Sociedad del Estado, los siete años que demando su construcción”.

La diputada informó que el nuevo satélite de telecomunicaciones argentino tendrá la capacidad de dar servicios de telefonía, internet y televisión digital en todo el territorio nacional y países limítrofes, facilitando las comunicaciones en zonas como la Puna, la Patagonia, el Impenetrable y la Cordillera. Y destacó que además de éste valioso aporte, “su lanzamiento resulta clave para no perder una de las posiciones orbitales que tenemos en el espacio (codiciado por potencias extranjeras)”.

Por otra parte, Comelli especificó que “es el primer escalón de un proyecto que incluye la realización de 2 satélites más y que reemplazará al AMC-6, operado por la empresa SES, que hasta el momento es alquilado por el Estado nacional”. La diputada destacó que “es un hito en la historia de nuestro país y es una demostración más de que las últimas medidas tomadas en materia científico tecnología dan resultados rápidamente, contribuyendo a posicionar a Argentina en un reducido grupo de países, lo que era impensado pocos años atrás”.