Miguel Pichetto y Aníbal Fernández presentaron un proyecto para que la puesta en marcha del cuerpo normativo sea a partir de 2015, y no en 2016. Consideran que tanto la sociedad como el mundo judicial ya conocen el alcance de las reformas.
El Frente para la Victoria volvió sobre sus pasos y, en una decisión sorpresiva, planteó la necesidad de adelantar la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, sancionado el 1ro de octubre pasado.
El jefe del bloque oficialista en el Senado, Miguel Pichetto, y su par Aníbal Fernández presentaron un proyecto de ley para que la nueva normativa se ponga en marcha a partir del 1ro de agosto de 2015, y no el 1ro de enero de 2016, tal como indica el texto aprobado.
En los fundamentos, los senadores explicaron que “el plazo respondía a una valoración inicial relativa al tiempo que se estimaba apropiado para que en el mismo tuviera lugar un proceso de divulgación de la nueva legislación”, sobre todo en el universo judicial.
No obstante, consideraron ese objetivo cumplido, tras las numerosas audiencias públicas que realizó la comisión bicameral creada especialmente para analizar la reforma y unificación del nuevo código.
“Antes de la sanción definitiva del proyecto de ley, la mayoría de los contenidos comprendidos en la nueva regulación resultaban ampliamente conocidos en los ámbitos académico y profesional del derecho”, argumentaron.
Y concluyeron: “No consideramos justificada la fijación del plazo, (ya que) contribuye a dilatar el acceso de la sociedad a los beneficios que se derivan de la nueva legislación aprobada”.
El Código Civil y Comercial fue sancionado en la Cámara de Diputados con los votos del Frente para la Victoria y sus bloques aliados, en un recinto vaciado por la oposición, que denunció un tratamiento antirreglamentario.
Más allá de esto, diputados de distintos sectores encabezados por Felipe Solá (Frente Renovador) pretendían acelerar los tiempos sancionando una nueva Ley de Adopción que entrara en vigencia antes de 2016.
