La diputada nacional María Eugenia Zamarreño, presidenta de la Comisión de Transportes de la Cámara baja, destacó que el espíritu del proyecto de ley que declara de interés público la reactivación del sistema ferroviario es “que el Estado nacional vuelva a asumir una potestad que le es propia pero que le fue entregada a los privados” con el “bochornoso proceso privatizador de la década de 1990”.

Producto de las privatizaciones “el Estado era dueño de las vías pero no podía utilizarlas. En cambio, el proceso de reactivación ferroviaria que lleva adelante nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner vuelve a poner los trenes en funcionamiento; y mediante este proyecto de ley le devuelve [al Estado] la potestad sobre las vías”, destacó.

La diputada Zamarreño, referenciada en el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que la iniciativa de ley “no es una declaración de principios: es fruto de un trabajo incansable, de un proyecto político que encabeza CFK”, con una realidad que “ya está plasmada”.

Subrayó en este sentido la política de reactivación de los trenes de la Casa Rosada. Mencionó, por ejemplo, la incorporación de “tecnología de última generación con la finalidad de que el sistema de transporte público ferroviario sea moderno y eficiente”.

Aseguró entonces que los objetivos de la política ferroviaria del Gobierno nacional son la “inclusión social, integración nacional y, fundamentalmente, el desarrollo de las economías regionales”.

Al respecto destacó que “lo que pretendían los ingleses [cuando desarrollaron el sistema ferroviario] era extraer las materias primas y exportarla a Europa”, mientras que “Néstor (Kirchner) volvió la mirada a los ferrocarriles”.

“Los ferrocarriles no solo son transportes; son historias de vida”, señaló y enfatizó que cuando los “gobernantes” gestionan “en favor de los poderes económicos, se produce el vaciamiento” del sistema de trenes.

Se refirió a continuación al “bochornoso” proceso privatizador que dejó “70 mil empleados a la calle, que delegó la administración del transporte de cargas a las provincias y que no le pidió a los concesionarios privados que mantuvieran el transporte de pasajeros”. Según Zamarreño, tras las privatizaciones el país pasó de tener 47 a 26 mil kilómetros de vías.

“El Estado es capaz de gestionar mucho mejor que los privados”, insistió la diputada randazzista y destacó, entre otras cosas, que la gestión kirchnerista “jerarquizó” el trabajo de los ferroviarios.