El chubutense Mario Cimadevilla se quejó porque “la Patagonia no fue incluida” en el proyecto sobre ferrocarriles.
En el transcurso de su exposición en el recinto, el senador nacional Mario Cimadevilla, al referirse al proyecto de ley de reactivación del servicio ferroviario, señaló que “la Patagonia es un tercio del país. Es una región que aporta el 10% del producto bruto nacional. Si bien está lejos del 80%, que aportan las provincias del Litoral y la provincia de Buenos Aires, les brinda la energía a esas otras zonas de la Argentina para que puedan tener esos altos niveles de producción”.
“Aquí vemos, como en tantas otras ocasiones, que la energía no se analiza con un criterio estratégico. Esta discusión no puede ser sectorial. Tenemos que hablar de la integración del país seriamente. Nosotros, en la Patagonia, no tenemos ferrocarriles ni tampoco un solo metro de vía férrea, pero hemos aportado para que se subsidien a los que viajan en tren o en subterráneos en otros lugares. En tanto, nosotros no recibimos ningún beneficio en la región. Pagamos tarifa plena cuando debemos trasladarnos en colectivo o en avión”, agregó Cimadevilla.
En otro orden, el legislador radical recalcó: “Acepto que Randazzo esté en campaña electoral, pero que no nos tome por tontos. Este proyecto está lejos de ser lo que él dice y lejos de conseguir esa integración regional de la que habla. Está muy lejos de ser lo que el relato del Gobierno afirma. A pesar de todas estas observaciones, lo vamos a acompañar aun conscientes de que el proyecto no va a significar una gran transformación, pero quizás sea una herramienta que mejore un poco la situación en la que se encuentra la Argentina”.
Por último, Cimadevilla manifestó: “Como radicales estamos plantados en un lugar de la política argentina en la que podemos exhibir mucha coherencia y mucho compromiso con el interés nacional. Aquí, varios que apoyan este proyecto, están expresando su arrepentimiento de las conductas que tuvieron cuando este servicio, como tantos otros esenciales, se privatizaron en la década del 90, donde nos quisieron hacer creer que rematando el patrimonio nacional íbamos a llegar al primer mundo”.
