Por Pablo Riveros

– Tuvo amplias repercusiones un artículo periodístico que daba cuenta del gran patrimonio de los principales políticos de la Ciudad. ¿Cómo se le explica a la sociedad?

Tengo 74 años. Desde 1979 soy gerente general de un banco y en los últimos seis, siete años soy el presidente. He ganado un suelo respetable, el mejor sueldo del banco por el lugar que ocupé. ¿Y qué tengo? Un departamento, un auto que uso y dos millones de pesos, todos invertidos en títulos públicos del país.

– ¿Es coincidencia que los principales referentes de la clase política sean adinerados o hay una explicación social?

Hay que discutir qué es ser adinerado. Tener un departamento no es serlo. Si alguien fue toda la vida empelado de la administración pública y aparece con una declaración de bienes cuantiosa, es preocupante. Yo podría mostrar todas mis declaraciones juradas, que son producto del excelente comportamiento de títulos públicos porque confié en el país. Yo dono mi dieta a la Fundación Garrahan y al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez desde el mismo día que asumí. Jamás recibí un peso. Ni siquiera veo la plata, ni los veo a los del Garraham; la administración de la Cámara de Diputados le transfiere el dinero directamente a esas instituciones. Yo no sé cuál es el sueldo de diputado. ¿Sabe con qué tranquilidad puedo hablar de estos temas? Cuando en 2009 me lance como candidato a diputado mi consigna era “resiste cualquier archivo”. A esta altura es uno de mis orgullos más grandes poder decir eso. Actúo en base a mis convicciones y no voy a cambiar su cambia el Gobierno.

– ¿Y en lo que respecta a la clase política?

Hay gente que antes de ser político fue empresario o profesional. No creo que dos o tres millones de pesos sean una fortuna en Argentina: es lo que vale un departamento de dos o tres ambiente en un barrio de clase media en la Ciudad. Adinerados son los dueños de grandes fortunas, estancieros, campos, los que tiene 50 departamentos en Puerto Madero.

– Un intelectual cercano al kirchnerismo como José Pablo Feimann dijo que le hacía ruido que Cristina Kirchner tuviera semejante fortuna, cuando reivindica lo nacional y popular. ¿A usted también?

El patrimonio de la familia Kirchner tiene que ver con que en un momento compraron tierras que se valorizaron muchísimo. No creo que se haya enriquecido a través de ilícitos. Y no veo que las actitudes políticas de Cristina o de Néstor Kirchner hayan sido para favorecer a grupos económicos, corporaciones, más bien todo lo contrario.