Ya dejó de ser un rumor que circuló muy fuerte hasta hace unos meses para convertirse en una realidad que empieza a ser alarmante. Distintas fuentes de la administración pública nacional admiten que en el transcurso del primer semestre de este año hubo una “verdadera carrera desenfranada” de nombramientos e ingreso de jóvenes en el Estado.

Según admitieron fuentes sindicales de ATE, en el transcurso de los últimos dos meses han ingresado al Estado nacional, a través de diversos tipos de contratos, un promedio que varía entre 250 y 300 personas por día.

“Estas son contrataciones de gente muy joven, que en general van a hacer tareas administrativas; hay algunos profesionales, pero el grueso son administrativos”, resaltó la misma fuente.

La modalidad de los contratos es otro de los aspectos que en ATE consideran que “se está transformando en un verdadero escándalo”.

“Muchos de los jóvenes ingresan al Estado por medio de contratos suscriptos con determinadas universidades del Gran Buenos Aires; en otros casos con organismos descentralizados”, puntualizó.

Casi la mayoría de esa juventud que ha ingresado al Estado forma parte de La Cámpora, algunos son directamente militantes, y otros parientes de militantes o de dirigentes del oficialismo.

Se supo que en algunos casos hay sueldos realmente inauditos. Por ejemplo, se menciona el nombramiento en el Banco Central de una directora economista de 27 años, integrante de La Cámpora, que ingresó al directorio de esa entidad hace dos semanas, con un salario mensual que supera los 100.000 pesos.

Por otro lado, también se supo que el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, logró imponerse sobre la ministra de Cultura, Teresa Parodi, para el nombramiento de unos 1.000 empleados en el flamante Centro Cultural Néstor Kirchner, que lógicamente también son integrantes de la agrupación política fundada por Máximo Kirchner.

Parte de esta situación ha generado un notable crecimiento del déficit fiscal, teniendo en cuenta que en mayo de este año -la última cifra disponible que se haya informado oficialmente- las cuentas del Estado mostraron un desequilibrio de 87.000 millones de pesos, entre enero y mayo de este año.

Y esto es realmente notable, a pesar de la presión fiscal récord, y a pesar de que Tesorería cuenta mes a mes con la asistencia del Banco Central y de algunos organismos descentralizados, como la ANSeS, aun así el nivel de crecimiento del déficit se ubica supera un 40 por ciento anual.

“Con este ritmo que tiene el déficit fiscal del país, es indudable que se va a seguir acelerando la inflación y por ende la emisión monetaria, con lo cual el acceso del país al crédito va a estar cada vez más complicado”, afirmó a Parlamentario un funcionario técnico del Ministerio de Economía.

Dentro de esa visión, ese economista, al igual que muchos analistas, consideran que el próximo Gobierno tendrá que trabajar mucho en los aspectos centrales del gasto público, la emisión, la inflación, el tipo de cambio y la presión fiscal como para generar nuevamente condiciones estables de crecimiento en el país.