El diputado nacional Carlos Heller reconoció la existencia de “tensión” en el interior del Frente para la Victoria, y la vinculó con “un fuerte intento” de parte del oficialismo para “generar un PJ opositor amigo”. Consideró que por ello Macri fue a Davos junto a Sergio Massa y sostuvo que “la idea es licuar al justicialismo y al FpV para generar una oposición ‘moderna’” complaciente, que no ponga trabas, que acepte el ajuste”.

Con relación a la expresidenta Cristina Kirchner, dijo no imaginarla “arreglando el jardín y cuidando a los nietos, por lo tanto supongo que en un tiempo prudente jugará en política con todo el bagaje que tiene”. En ese sentido sugirió “ir muy atrás para encontrar a alguien que se haya ido con 500 mil personas en la plaza, con un nivel de aceptación muy significativo después de ocho años de gestión. No creo que Cristina rife ese caudal político”.

Al hacer una autocrítica del kirchnerismo, mencionó que no se haya hecho una reforma impositiva integral, ni tampoco una ley de inversiones extranjeras. “Más allá de eso, la riqueza de lo que se hizo es notable”, aseguró.

Con referencia a un arreglo con los fondos buitre que lleve a hacer modificaciones a la Ley Cerrojo, Heller consideró que le parecería “injusto”. Consideró que “hay una minoría que, apoyada en un juez condescendiente, iría en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de los acreedores. Se arregla con el 93, pero la llave la tiene el 7. Conceptualmente es inaceptable”.

Criticó el levantamiento de las retenciones, que definió como “una enorme transferencia de recursos”, e interpretó que “lo único que sucede con la devaluación es que la empresa que vende esa soja va a recibir una cantidad de pesos más grande por la misma cantidad de dólares. Si esa cantidad se licúa porque los salarios se adecuan en la misma proporción, no le sirvió. Estamos en el punto de partida. Tiene que volver a devaluar. Para que la medida sea efectiva tiene que atrasarse el salario”.

Entrevistado por la agencia Noticias Argentinas, estimó que “se van a atrasar los salarios”, y sostuvo que “este Gobierno ha decidido manejar lo que se llaman metas de inflación, que significa que se fija un nivel teórico que supone que va a ser la inflación del año y hace que todas las otras variables tengan que ajustarse a esa”.

“Sube la tasa de interés, encarece el crédito, aspira moneda para que haya menos crédito, achica la actividad económica para enfriar la economía y sobre esa base cumple con la meta de inflación. Todo esto funciona siempre mal. Si se achica la actividad económica, se achica el ingreso fiscal, sube el déficit fiscal, y entonces hay que ajustar de vuelta. Es infinito”, expresó.

Asimismo consideró “impensado” que haya “ajuste sin conflictividad porque significaría que la gente se resigne mansamente a no tener trabajo o ganar menos en términos reales y es impensable que haya ajuste sin represión”.