En el oficialismo advierten que “todavía es difícil medir el impacto fiscal” del proyecto aprobado este martes y hablan de “chiquero tributario”. La Cámara alta inicia el debate el próximo martes, con un calendario ajustado. Llueven críticas a Sergio Massa.
El traspié legislativo en la Cámara de Diputados por la reforma del impuesto a las Ganancias golpeó fuerte al oficialismo, donde buscan reponerse de la derrota mientras reina la incertidumbre sobre qué pasará en el Senado y rol que adoptarán ahora los gobernadores peronistas.
Las críticas apuntan de lleno a Sergio Massa, empezando por el propio presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. A ellos se sumó el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, quien sostuvo que el líder del Frente Renovador “cometió un pecado de gula por querer conducir al peronismo antes de tiempo”.
“La fecha del matrimonio, dónde se van a casar y con quién no es algo que podamos decir nosotros”, ironizó el radical en declaraciones a radio Mitre, y agregó que Massa “terminó convirtiendo en vocero de su proyecto a Axel Kicillof, que durante todos los años de gobierno kirchnerista se negó a modificar Ganancias y nos metió en un terrible embrollo”.
Por otra parte, advirtió que “no existen antecedentes de que a esta altura del año la oposición quiera construir la política tributaria del Gobierno” y alertó: “Se fueron a la banquina en la desesperación por acumular políticamente”.
Negri habló además de un “chiquero tributario” y dijo que “todavía es difícil medir el impacto fiscal” del proyecto aprobado, cuyos autores –el kirchnerista Axel Kicillof, el massista Marco Lavagna y el justicialista Oscar Romero- estimaban en 65.000 millones de pesos.
El diputado Felipe Solá reveló a radio Del Plata que Massa se reunió en horas de la noche con “dos figuras muy importantes del oficialismo” para intentar llegar a un punto intermedio entre lo que proponía la oposición y lo que ofrecía el Poder Ejecutivo, pero “se negaron rotundamente”.
Sin embargo, en el oficialismo niegan haber entablado diálogo con el resto de los bloques y ahora pretenden que la imagen de Massa quede ligada al kirchnerismo. “Esta foto tiene que permanecer hasta el año que viene”, sugirió una alta fuente de Cambiemos.
En el Senado reina la incertidumbre. Lo único seguro hasta ahora es que la Comisión de Presupuesto se reunirá el próximo martes y que no estarán presentes ni el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, ni el de Interior, Rogelio Frigerio, ambos con compromisos en el exterior.
El presidente de la comisión, Juan Manuel Abal Medina (FpV-PJ) está citando por estas horas a los gobernadores para que participen del debate del martes, a la vez que se encarga del cálculo fiscal de la nueva propuesta.
En Cambiemos no descartan que el proyecto obtenga dictamen ese mismo día y sea tratado en el recinto el miércoles, junto con la ley de emprendedores, la de ART y la Emergencia Social, aunque no es costumbre de la Cámara alta saltear los siete días reglamentarios de vigencia de los dictámenes.
Por lo pronto, el oficialismo ya encontró una aliada: Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino, quien adelantó a Clarín que no votará el texto que salió de Diputados. “No se puede seguir haciendo demagogia”, dijo.
El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, se comunicó este miércoles con Macri y el mensaje fue claro: el costo fiscal posible para el Gobierno es de 27.000 millones de pesos, que son los que están contemplados en el Presupuesto 2017.
“Esto no es un tema partidario, no es una pelea entre el Gobierno y la oposición: es un tema de responsabilidad fiscal. No alcanzan los recursos”, aseguró Pinedo a la prensa acreditada en el Congreso.
Los tiempos apremian: si la iniciativa recibe modificaciones, en Diputados habría escaso margen para tratarla antes de fin de año, con las Fiestas interrumpiendo el calendario legislativo.
¿La ley terminará siendo vetada? Ningún legislador oficialista lo da aun por seguro, aunque Pinedo deslizó: “El gobierno no considera que sea un costo político decir la verdad”.
