Angela Merkel ganó nuevamente en Alemania, pero este domingo la ultraderecha se aseguró un lugar en el Parlamento tras medio siglo. La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja habló de “un voto de protesta”.
Según las proyecciones de las cadenas públicas de televisión a la espera de resultados oficiales del escrutinio, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera lograron alrededor de un 33 % de los votos. Seguida por la Socialdemocracia (SPD) con el 20% y AfD con el 13,5%.
De esta manera, la ultraderecha llega al Parlamento después de casi 50 años. Tras conocerse los resultados, Merkel advirtió que la llegada de la AfD “plantea un nuevo desafío”.
Según la diputada nacional Cornelia Schmidt-Liermann, “la AfD gana una minoría especialmente en lo que fuera Alemania del Este, el sitio que más inmigración recibió. Al mismo tiempo, las zonas como Baviera que fueron durante la guerra las más afines al nazismo, en esas la AfD no consiguió votos”.
“Ha sido más un voto de protesta más que un voto 'filo nazi'”, sentenció.
Fue, sin dudas, la crisis de refugiados la que cambió Alemania. Y muy probablemente la AfD fue utilizada como “vocero” del descontento -no de la llegada de los refugiados- sino más bien en su implementación.
Conocedora de la realidad alemana, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores señaló que la coalición llamada Jamaica que une el Partido Verde y a los Liberales (FDP), enfrentados entre sí, también será un desafío para Angela. Esta nueva composición de poder en esta nueva Alemania multicultural, será posible construyendo desde los valores de la economía social, la fraternidad y la libertad con responsabilidad.
De todas formas, continuó Schmidt Liermann, “Merkel sigue siendo la figura más poderosa de Europa y la que lidera el país más importante de la Eurozona. Para Argentina es una muy buena noticia”.