El exministro y exembajador Martín Lousteau jurará este miércoles como diputado nacional, cargo para el cual fue electo en octubre pasado, cuando al frente del espacio Evolución ocupó el tercer lugar en los comicios en los que sumó algo más del 13%. La alianza en la que participó estuvo comandada por el radicalismo porteño, que se diferenció de la conducta asumida por ese partido en el resto del país, enfrentándose a sus aliados de Cambiemos.

Este martes, en retribución a esa conducta de la UCR, el diputado electo formalizó su afiliación al partido centenario en el marco de un acto celebrado en el Comité Capital de la Unión Cívica Radical.

Al dar cuenta de ese acto, Lousteau recordó que las de octubre fueron las terceras elecciones consecutivas en las que asumió la responsabilidad de encabezar una alianza de la cual la Unión Cívica Radical fue parte fundamental. “En 2016, también la UCR de la Capital Federal me honró al proponerme como orador principal en los homenajes a dos enormes presidentes: don Hipólito Yrigoyen y don Raúl Alfonsín”, agregó el exembajador en Washington, que se manifestó “convencido, como reza la Constitución Nacional, de que los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático. Y considero que la modernización de los mismos en términos de su interpretación del mundo y de nuestro país, así también como su manera de interactuar con la ciudadanía es una tarea imprescindible”.

“Por estas razones, decidí hace un tiempo mi afiliación a la UCR, la cual acabo de cumplimentar en el día de hoy -informó este martes en su página de Facebook-. Lo hago con el orgullo de sumarme a una historia cuyos valores y principios fundacionales merecen estar hoy más vigentes que nunca”.

Lousteau señaló que espera poner a disposición del partido su “vocación de servicio, junto con mi experiencia y conocimientos específicos, para contribuir al desarrollo de una idea de país, de una visión moderna del Estado y a la recuperación de una vocación transformadora de la realidad”.

En su mensaje, Lousteau señaló que “somos muchos los que pensamos que la política debe superarse para que los argentinos vivamos mejor. Despertemos juntos la pasión por cambiar las cosas, que es la felicidad de tener un sueño y trabajar cada día por él. Si vuelve la ilusión va a venir gente nueva. Y con ellos el aire fresco de la renovación. Tenemos que atraer cada vez a más compatriotas y darles a todos los que se acerquen un espacio y un sistema para poder participar en pie de igualdad”.

Al concluir, Lousteau define éste como “el primer paso para reconstruir lo que alguna vez tuvimos: una sociedad justa, tranquila y plena de movilidad social”.

Pese a formar parte del radicalismo, Lousteau y su ahora correligionaria Carla Carrizo se mantendrán fuera del bloque de la UCR, formando en cambio la bancada Evolución. Y ni siquiera se integrarán a Cambiemos a través de un interbloque. La razón no debe buscarse en ellos, sino en una exigencia expresa de Elisa Carrió, que derrotó a Lousteau en las últimas elecciones, en las que superó el 51%. La líder de la Coalición Cívica planteó que Lousteau no debía integrarse al oficialismo así como si nada, después de haberla enfrentado en las elecciones. Y para evitar problemas con quien encabezó el amplio triunfo de Vamos Juntos en la Ciudad, las autoridades legislativas de Cambiemos optaron por prescindir de Lousteau y Carrizo.