En un clima de ebullición en las calles por el inminente tratamiento de la reforma previsional, varios diputados nacionales forcejearon con efectivos de Gendarmería en la Plaza de los Dos Congresos, donde se organizaba un abrazo simbólico al Parlamento en rechazo al proyecto oficial.

En rigor, el objetivo de los miles de manifestantes era permanecer allí con el probable objetivo de impedir la realización de la sesión anticipada para este jueves para debatir la reforma previsional que cuestionan.

El jefe del bloque del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, recibió una mordida de un perro de la fuerza, y también denunció haber sido golpeada Victoria Donda, de Libres del Sur. “Me gustaría saber qué está haciendo la ministra (Patricia) Bullrich en este momento”, se quejó la legisladora.

Los diputados del Frente para la Victoria-PJ Mayra Mendoza y Horacio Pietragalla también protagonizaron tironeos con las fuerzas de seguridad. “El mecanismo de represión institucional se ha convertido en una práctica en Argentina”, advirtió el jefe del bloque, Agustín Rossi, también presente en la manifestación.

Desde el Congreso Nacional el legislador porteño Gabriel Solano declaró: “repudiamos el operativo represivo descomunal intimidatorio, armado por el Gobierno Nacional para desactivar la movilización del día de mañana que va a ser masiva en repudio al robo a los jubilados para pagar la deuda al FMI y los grandes bancos”.

“El Gobierno está atropellando las libertades democráticas prohibiendo el derecho a la manifestación. Esto luego de haber atropellado previamente al propio Congreso convocando de manera exprés una sesión para mañana, cuyo único propósito es acelerar la aprobación de este paquete reaccionario ante la evidencia de que crece por abajo un repudio en los sindicatos, en los lugares de trabajo y el conjunto de la sociedad”.