La familia y el abogado de la periodista dieron una conferencia de prensa en la Legislatura porteña, en la que brindaron precisiones acerca de los resultados finales de la autopsia y cuestionaron duramente al exjuez de la causa.
Por Daiana Zunino
A dos meses de su fallecimiento y tras haber denunciado que la causa se encontraba parada, la familia de la periodista y legisladora de Suma+, Débora Pérez Volpin, brindaron una conferencia de prensa en la Legislatura porteña para difundir las últimas novedades del caso y oficializar los resultados finales de la autopsia.
En la conferencia estuvieron presentes la última pareja de Pérez Volpin, Enrique “Quique” Sacco, y el abogado Diego Pirota. La misma se dio luego de que el juez en lo criminal y correccional Gabriel Ghirlanda presentara su renuncia al tribunal N°57; en su lugar asumirá Carlos Bruniard.
Quien abrió el dialogo en la reunión fue Sacco y comenzó agradeciendo “la preocupación, el compromiso y el respeto que han tenido para con nosotros durante este tiempo” y aseguró que “este es el día de la verdad, nosotros lo habíamos solicitado y nos comprometimos a darlo, nosotros no queríamos hablar hasta tener la verdad que nos ofrece este informe científico y por eso estamos aquí”.
“Nos sorprendió lo que ocurrió aquel 6 de febrero y cuando empezamos a pensar en lo que había pasado dijimos que Agustín, Luna y toda la familia tenían que tener una respuesta sobre lo que había pasado. No podíamos quedarnos con la resignación de que el tiempo pasara y en una reunión familiar terminar preguntándonos ‘¿qué pasó?’, y no saber que decir”, afirmó.
Asimismo insistió en que “la única respuesta que tuvimos fue la incertidumbre, pero al tener amigos y familiares médicos sabemos que el médico siempre sospecha o sabe que es lo que pudo haber ocurrido; y la verdad es que la respuesta siempre fue ‘no sabemos qué paso’” y resaltó que “nosotros no tenemos rencores, no tenemos sed de venganza, sólo queremos la verdad y acá la tenemos. Es necesaria para que haya justicia y para que no le ocurra a nadie más”.
“Los medios nos hicieron sentir la satisfacción de la prensa seria y responsable, lograron que en dos meses y cinco días tengamos el informe final, el cual tiene más de 150 hojas y con detalles contundentes que hacen que no tengamos dudas. La prensa logró que el juez renuncie”, señaló y sentenció “la verdad es triste y no tiene remedio, pero es lo que va a permitir que la justicia actué”.
Por su parte Pirota detalló que “recién el Cuerpo Médico Forense firmó el informe pericial, eso es lo que les queremos comunicar para que ustedes conozcan sus conclusiones. Hoy ya podemos tener una certeza plena de que fue lo que pasó con Débora, ya sabemos de qué y porque murió, sólo nos resta conocer el cómo”.
“Estos dos meses no han sido nada fáciles en esta investigación, no fue nada bueno tener como magistrado de la causa a Ghirlanda, él sabe que es lo que hizo mal y todo lo que no hizo, nosotros se lo dijimos”, remarcó y advirtió que “sólo el paso del tiempo y el avance de la investigación nos va a permitir conocer el alcance del daño que este magistrado le hizo durante los primeros días de investigación de esta causa”.
Sobre esa línea, el letrado afirmó que esperan que esas falencias se vean opacadas por “la contundencia de los resultados de la autopsia” e insistió en que el accionar del magistrado hizo que “se perdiera pruebas contundentes”. A su vez, explicó que otro de los obstáculos ha sido el accionar del Sanatorio de La Trinidad de Palermo -el lugar donde falleció la legisladora- dado que “desde el primer momento le mintieron a la familia”.
“Los médicos ya sabían al momento del fallecimiento de Débora, lo que nosotros recién hoy podemos saber; lo sabían desde el primer momento, tenían plena conciencia de lo que hacían y entendían que fue lo que pasó para que se produjera semejante desastre en el cuerpo de un ser humano”, denunció y añadió que “luego de mentirle a la familia, la Clínica emitió un comunicado de prensa donde dijeron que la paciente murió de un paro cardiorespiratorio que no respondió a las maniobras habituales de reanimación. Todas las personas que se mueren lo hacen por esta causa, ese comunicado no decía nada, nosotros queremos saber por qué se produjo el paro”.
Además, subrayó que “no es cierto que Débora hubiese tenido una hepatitis, y si así hubiese sido la Clínica no debería haberlo difundido porque eso pertenece a la intimidad del paciente. No tuvieron ningún escrúpulo”. Durante la conferencia también hicieron referencia acerca del endoscopio secuestrado, al cual catalogaron de “viejo y obsoleto”.
Pirota detalló las conclusiones del informe de la autopsia: “las causales de la muerte de Débora Pérez Volpin están en relación directa a una perforación instrumental del esófago. Ella no tenía ni una ulcera, ni hepatitis ni un cuadro grave… no tenía nada de lo que dijo la clínica”; “no se han detectado patologías preexistentes idóneas para producir o contribuir con la muerte”; “las lesiones del estomago son la consecuencia de las maniobras instrumentales endoscopias, de las maniobras de la reanimación cardiopulmonar, o de su accionar en conjunto. Es decir, se hace referencia a la responsabilidad de los dos profesionales que intervinieron en el cuerpo de Débora”; “la congestión, el edema pulmonar y encefálico son la expresión de la falla cardiaca”; y que “los hallazgos de la autopsia permiten inferir que las maniobras de reanimación básicas y avanzadas realizadas han sido adecuadas al arte del buen curar. De haberse optado por otras medidas agregadas, las mismas no habrían modificado el resultado final”.
“Desde el momento en el que empezó el procedimiento a los diez minutos posteriores, en menos de ese tiempo ya la suerte de Débora estaba echada”, señaló y sentenció que “la muerte fue violenta producto del accionar de los dos profesionales que intervinieron”.
En la conferencia estuvieron presentes los diputados de Suma+ Marcelo Guouman, María Inés Gorbea, Patricia Vischi, Juan Francisco Nosiglia, Leandro Halperín; y, el legislador de Mejor Ciudad Marcelo Depierro.
