El debate tarifario llevó más tiempo que lo esperado. Lo que pudo haber sido un breve intento opositor frenado por la imposibilidad de alcanzar los dos tercios, cambió a partir de la decisión de consensuar una decisión en el marco de un cuarto intermedio. Al regreso, alrededor de las 12.50, se había acordado tratar uno por uno cada proyecto y votarlo al cabo de cada breve intervención. Eso llevó mucho tiempo, y a las 18, cuando concluyó ese debate, el presidente de la Cámara baja anunció la decisión de postergar la sesión prevista para este miércoles, en razón de la hora.

En rigor, tampoco era tan tarde, y se podría haber iniciado al menos la sesión, pero es verdad también que las cuestiones de privilegio podrían haber estirado por ejemplo el inicio del tratamiento del proyecto sobre Financiamiento Productivo hasta bien entrada la noche.

Pero habría habido una razón contundente para decidir la postergación: el deseo de evitar una “sorpresa” de parte de la oposición. Es que había circulado la versión de que el kirchnerismo pediría el tratamiento del dictamen sobre la derogación del DNU de desburocratización del Estado. El tema quedó pendiente el 22 de marzo pasado, cuando Cambiemos se retiró del recinto dejando sin quórum la sesión y a la oposición en su conjunto vituperando al oficialismo. La posibilidad de que en esta sesión volvieran con ese tema habría decidido a las espadas legislativas de Cambiemos a curarse en salud y evitar contratiempos.