La jefa del bloque FR-UNA, Graciela Camaño, comenzó su discurso citando al director del Hemisferio Occidental del FMI, el economista italiano Roberto Caldarelli, quien “dijo que para el Fondo Monetario Internacional, el ajuste tarifario se hizo más rápido de lo que ellos pensaban”. A su juicio, entonces, en el marco de los aumentos “se privilegió el negocio de los amigos”.

Para Camaño, la política energética de Mauricio Macri tiene tres aristas: una política altamente judicializada; el “ocultamiento”, en referencia a las dificultades para acceder a datos que permitan tener un diagnóstico de lo que hace el Ejecutivo en materia tarifaria, y el sustento: dónde se puso el Poder Ejecutivo para relatar lo actuado. Según ella, el Gobierno se pone “indudablemente en el espejo retrovisor, y argumentó de manera desmesurada los errores del pasado, mientras cometía errores mucho más importantes que en el pasado”.

Justificó la potestad de los legisladores para legislar en el tema tarifas argumentando el artículo 42° de la Constitución, que a su juicio “no tiene ambigüedad ni controversia”, al hablar del dictado obligatorio de los marcos regulatorios para los servicios públicos. La Constitución “avanza sobre los contenidos que debe tener el marco regulatorio” en referencia a que “los usuarios tienen derecho a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos”.

“Si algo queda claro aquí es que el Congreso es la autoridad que debe proveer la protección de esos derechos -agregó.- Cómo no, si claramente está mediando un evidente interés público. El Congreso puede y le corresponde actuar”. Con todo, aclaró que “esto no significa que este órgano fije u homologue tarifas, sino que establezca las reglas”.

Además, recordó que “históricamente el Congreso ha venido regulando el tema desde siempre”.

Camaño habló de la necesidad de “prestar atención no solo en el quantum de las tarifas, sino también en la equidad social, la capacidad contributiva y la realidad, que no podemos obviar, ni aun construyendo relatos mediáticos. Nosotros estamos para custodiar a los usuarios allí donde pagan, que es en las tarifas”.

Luego la jefa del bloque massista hizo hincapié en la renegociación de los contratos, y habló de los “errores del Ejecutivo”, detallando el caso puntual del gas. “¿Qué lograron con estas acciones del gas? Cartelizar. No hay compromiso de inversión, absolutamente nada”.

Sobre el final, Graciela Camaño denunció un “tremendo negociado”, y replicó: “No digan que somos demagogos, no vamos atrás de nadie, lo que hacemos lo estamos haciendo con absoluta responsabilidad, desde el minuto uno, con los equipos técnicos a full, como corresponde al Congreso de la Nación. Tanto que se limpian la boca hablando de República, República es división de poderes, controlar al Estado”.

Ya sin tiempo para seguir exponiendo, pidió advertir que “en el tramo de las distribuidoras y transportadoras de gas y en el CIADI es vergonzoso lo que hicieron”, y concluyó advirtiendo que “no solo no van a bajar las tarifas, sino que además están dolarizadas; no tenemos un problema nosotros, ustedes que lo tienen que resolver, porque los argentinos ya no toleran más tanta mentira”.