El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, calificó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional como “inédito” y dijo que “es un reconocimiento al esfuerzo que ha hecho la Argentina”. Además, aseguró que “acelerar el camino de convergencia hacia el déficit fiscal” es producto de las condiciones externas y no de “ninguna imposición” del organismo internacional.

Aunque reconoció que “este año vamos a crecer menos”, el funcionario defendió la política económica del Gobierno ante la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Deuda Exterior, presidida por el senador formoseño José Mayans (Justicialista).

“El tamaño del desembolso es inédito, no existe un programa tan grande en la historia del Fondo”, destacó en el Salón de las Provincias. Para el ministro, el préstamo stand by de 50 mil millones de dólares, “es un reconocimiento al esfuerzo que ha hecho la Argentina y que continuará haciendo con un programa sólido y consistente, que está diseñado para que pueda crecer sobre bases permanentes”.

Dujovne garantizó que “luego de estos meses de volatilidad estamos seguros que la Argentina tomará su rumbo vigoroso de crecimiento, donde las exportaciones siguen mostrando un crecimiento sólido”.

En este sentido, detalló que “las exportaciones industriales desde 2017 están creciendo por arriba de 10 por ciento y este año lo harán por encima del 15 por ciento”. Y recordó que “entre 2011 y 2015 cayeron a la mitad, se redujeron 50 por ciento en los años en que Argentina decidió imponer el cepo cambiario”.

“Sin atajos, reconociendo la realidad, reconociendo que hemos sufrido distintos shocks que nos van a hacer creer menos este año, estamos convencidos que vamos por el camino correcto, transitando por el rumbo que va a consolidad una Argentina prospera y con capacidad de seguir sacando a los argentinos de la pobreza”, sostuvo.

El titular de la cartera de Hacienda enfatizó en la importancia de las “inversiones” y manifestó que hay que tener una “economía competitiva e integrada al mundo” porque “si pretendemos solo crecer con el consumo interno y encerrarnos, es una condena a la mediocridad y el fracaso”.

Dujovne subrayó que en 2017 la inversión “creció 2,9 por ciento, aumentó más del 10 por ciento, crecieron las exportaciones, creció el consumo, más argentinos consiguieron trabajo y se redujo al pobreza”. “Entre el segundo trimestre de 2016 y finales de 2017 más de dos y medio millones de compatriotas salieron de la pobreza”, agregó.

“Este crecimiento continuó en el primer trimestre de este año”, resaltó, cuando la economía “crecía al 3,6 por ciento”. “Pero a partir de abril se conjugaron varios factores que empezaron a perjudicar a nuestra economía y programa económico”, expresó.

“En primer lugar la sequía, que se llevó ocho mil millones de dólares de exportaciones de este año, más de 1% del PBI; después una baja muy importante en el precio de la soja; una suba del precio del petróleo que nos impacta de manera determinante, puesto que Argentina perdió su autoabastecimiento energético producto de las políticas erradas; y una suba de la tasa de interés internacional empezó a generar volatilidad en los mercados, apreciación del dólar y salida del fondo de países emergentes”, enumeró.

Dujovne dijo que estos factores además de que “contamos con un déficit fiscal elevado y un mercado de capitales raquítico”, nos “dejaron expuestos y en ese contexto tomamos la decisión de complementar nuestro programa económico con una ayuda financiera del FMI”.

“Esta ayuda que hemos obtenido son fondos que vienen a financiar el camino que ya veníamos transitando, un camino de convergencia al equilibrio fiscal y que hemos decido acelerarlo producto del cambio de las condiciones internacionales y no producto de ninguna imposición del Fondo”, aclaró. Añadió que “es necesario emitir menos deuda y para eso tenemos converger más rápido al equilibrio fiscal”.

En otro tramo, destacó que “en el marco del acuerdo hemos incluido una cláusula inédita, que es de protección social, que nos permite incrementar el gasto en programas directamente vinculados con la lucha contra la pobreza y relajar las metas fiscales en 0,2 puntos del PBI”, lo que implicaría “en caso de ser necesario”, por ejemplo, “aumentar un 40 por ciento” la Asignación Universal por Hijo.